Giro inesperado en Piñalito Norte: Encuentran machete con manchas de sangre en el caso Jorge de Olivera
En el marco de la investigación por el trágico asesinato de Jorge de Olivera, de 52 años, las autoridades realizaron un hallazgo que podría ser clave para resolver el caso. Durante una inspección en la chacra de la víctima, situada en el Paraje 130 de Piñalito Norte, se encontró un machete con manchas que, a primera vista, parecen ser de sangre. Este descubrimiento se suma a los esfuerzos de las fuerzas de seguridad, quienes desde el lunes pasado han estado desplegando operativos y rastrillajes para esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte de Olivera.
La Policía Científica ya se encuentra analizando el machete, con el objetivo de confirmar si las manchas corresponden a sangre humana, lo que podría ser una pieza fundamental en la resolución del crimen.
El martes, las autoridades interrogaron a tres peones, cuyas edades oscilan entre los 20 y 26 años, que trabajaban para Olivera y fueron las últimas personas en verlo con vida. También fue interrogado un vecino de 33 años, con quien la víctima mantenía una disputa territorial. Las declaraciones de estos testigos y el hallazgo del machete han añadido nuevas complejidades al caso, que sigue siendo objeto de una exhaustiva investigación.
Macabro descubrimiento en la chacra de Olivera
El pasado lunes, tras una semana sin noticias de José Airton de Olivera, familiares y un vecino decidieron buscarlo en su chacra en el paraje 130. Lo que encontraron fue estremecedor: partes del cuerpo del hombre, específicamente sus extremidades inferiores, mientras que el tronco y las extremidades superiores no estaban en el lugar. El hallazgo fue reportado por un vecino que se percató de la presencia de aves de rapiña y perros en torno a los restos.
Agentes de la comisaría y un médico forense acudieron al lugar, confirmando la presencia de las extremidades inferiores y solicitando una autopsia para determinar la causa de la muerte. En la escena también se encontraron un machete y una lima, lo que podría indicar que Olivera estaba realizando labores rurales antes de su muerte. En un principio, se manejaban varias hipótesis, incluyendo la posibilidad de un ataque animal, un accidente u otras causas aún por determinar.
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