#AhoraMisiones Tras un nuevo ultimátum, Moscú espera apoderarse de una primera ciudad importante de Ucrania. Pero aún los soldados resisten.
Este miércoles, Rusia dio a los combatientes ucranianos que aún resisten en Mariúpol un nuevo ultimátum para que se rindan, en su afán por lograr una victoria decisiva en su nueva ofensiva en el este de Ucrania, mientras Occidente prometía más ayuda militar a Kiev.
Miles de tropas rusas respaldadas por la artillería y lanzamientos de misiles avanzan en lo que las autoridades ucranianas han llamado la «batalla del Dombás», un nuevo intento de Moscú de apoderarse de dos provincias del este que reclaman en nombre de los separatistas.
La invasión rusa, de casi ocho semanas de duración, no ha logrado capturar ninguna de las ciudades más grandes de Ucrania. Moscú se vio obligado a retirarse del norte de Ucrania tras sufrir el rechazo de su asalto a Kiev el mes pasado, pero ha vuelto a enviar tropas para un asalto al este que comenzó esta semana.
En las ruinas de Mariúpol, escenario de los combates más intensos y de la peor catástrofe humanitaria de la guerra hasta el momento, Rusia estaba atacando con bombas de fragmentación el último gran bastión ucraniano, la planta siderúrgica de Azovstal, según actualizado Kiev. Ucrania afirma que cientos de civiles se refugian bajo la fábrica, informó Reuters.
Rusia ha intentado hacerse con el control total de Mariúpol desde el comienzo de la guerra. Su captura sería un enorme triunfo estratégico, ya que uniría el territorio en manos de los separatistas prorrusos en el este de Ucrania con la región de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014. Pero ni un solo soldado ucraniano había depositado las armas después de que el martes expirara el ultimátum de rendición.
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