#AhoraMisiones Esta nota tiene una ventaja con respecto a otras. Es que en este caso se puede adivinar, casi con una precisión matemática, lo que van a opinar o decir de ella los que la lean, en especial si están entre los que creen, apoyan o militan en el kirchnerismo. Las palabras pueden llegar a variar pero la idea va a ser la misma: “Otra vez dan por jubilada a Cristina”. La idea de la vicepresidenta como un ave fénix político, que resucita una y otra vez, es repetida en la constelación K, y de hecho ha demostrado ser cierta durante las últimas décadas. También es verdadero que la gran mayoría del círculo rojo ha profetizado el retiro de CFK cientos de veces, e incluso varios han trabajado para que eso suceda.
Entre los que discutan la tesis de esta tapa van a estar quienes no sólo lo hagan con el corazón sino también con datos. Van a decir, con razón, que el kirchnerismo perdió en las elecciones del 2009, el 2013 y el 2015 pero pesar de todo eso ganó en el 2019 y sigue vigente, que CFK es una de las dos personas en el país -el otro está jugando al bridge en Italia- que pueden convocar multitudes con tan sólo un tuit o que La Cámpora es el espacio político más numeroso de la Argentina.
Todo esto es real. Pero también es real que la historia no es estática, que el tiempo pasa y que los liderazgos no duran para siempre, en especial si los resultados no acompañan. Es el caso de la ex presidenta y del espacio que comanda. El movimiento político más importante de este siglo entró en decadencia.