#AhoraMisiones Sistemas Agroforestales Agroecológicos en Misiones:
San Pedro se planta regenerando el ambiente, generando oportunidades y recuperando la biodiversidad local
Los Sistemas Agroforestales producen grandes beneficios económicos, sociales y ambientales: contribuyen a la seguridad alimentaria protegiendo los cultivos del cambio climático y mitigando sus efectos. Recientemente se han instalado dos parcelas agroforestales sucesionales con fines productivos y educativos en la localidad misionera de San Pedro, en chacras ubicadas en Paraje Gentil y Colonia Yabotí. Esta iniciativa es impulsada por el Proyecto USUBI (Uso Sustentable de la Biodiversidad), implementado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Desde el 10 de agosto se comenzó a trabajar en terreno con tareas de capacitación, asistencia, diagnóstico participativo de parcelas y entrega de materiales, herramientas y plantines para la instalación de los sistemas agroforestales (SAF) en la chacra de Nida Rivas, de Paraje Gentil, y en la chacra de Raúl Ramirez, de Colonia Yaboti. Posteriormente, se trabajó en la preparación de los sitios, lo que implicó el trillado de maíz para la generación de cobertura, aplicación de la misma, armado de canteros y cerramiento de parcela. De esta manera, el 28 de agosto, se logró realizar en forma colectiva, en Paraje Gentil, la implantación de la primera parcela agroforestal modelo fácilmente replicable. Ese día fue instalado el riego por goteo y se brindó el taller teórico-práctico para el mantenimiento del SAF, compartiendo con las y los participantes el proceso de planificación y diseño de la parcela, así como los fundamentos de los consorcios elegidos. También se intercambiaron saberes respecto de las plantas nativas, sus usos y su ecofisiología. El mismo proceso se continuó en septiembre en Yabotí para finalizar la instalación del SAF también en esa colonia.
En las jornadas de implantación de estos sistemas agroecológicos han participado las familias productoras y también integrantes del Programa de Capacitación y Entrenamiento Laboral “Promotores ambientales y del empleo verde” que se está desarrollando en San Pedro en el marco de la articulación de USUBI, INTA y el Ministerio de Trabajo de la Nación. Se apostó a la capacitación de estas jóvenes y de las familias involucradas llevando a cabo talleres teóricos sobre los sistemas agroforestales, realizando diagnósticos de las chacras y poniendo las manos en la tierra para aprehender con la práctica. Con ansias, se espera ver cómo germinan las primeras semillas y cómo crecen los plantines que se transformarán en un monte de abrigo de la biodiversidad, fuente de alimento y más oportunidades para las familias que allí trabajan.
El fin es generar sistemas altamente productivos que fortalezcan las economías regionales y brinden beneficios a las y los productores para vivir de forma digna en y de la chacra, multiplicando la biodiversidad, recuperando vertientes y generando productos de calidad, mediante el rescate de saberes ancestrales combinados con técnicas y tecnologías innovadoras.
Las experiencias han sido por demás satisfactorias, y se vislumbra en las miradas de Nilda, Raúl y sus familias, los sueños que se concretan y el desafío de ser pioneras y pioneros en este cambio de paradigma donde la agricultura se hace amiga de la naturaleza y deja de ir en contra de ella.
Agroforestería, biodiversidad y cambio climático
En un contexto en el que la situación ambiental mundial es cada vez más alarmante debido al cambio climático, experiencias de este tipo hacen la diferencia y sirven como modelo a replicar.
Más del 45% de los gases de efecto invernadero que producen el calentamiento global proviene de la cadena de agricultura industrial, según lo informado por el grupo de investigación ETC. A su vez, el informe especial 2021 del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) asegura que para el 2030 aumentará la temperatura del planeta en 1,5°C, lo que hace que debamos prepararnos para las consecuencias que ésto generará. Los Sistemas Agroforestales están diseñados y manejados para contribuir a la soberanía alimentaria de las familias productoras, lo que elimina la necesidad de utilizar energía fósil que contamina al transportar productos alimenticios. Por otro lado, producen alimentos sanos y de calidad: no se usan agroquímicos, solo fertilización natural y manejo. Además de la plantación de hortalizas, granos y frutales que generan gran cantidad y diversidad de productos, se incluyen árboles destinados a alimentar la vida del suelo cubriéndolo con sus ramas y hojas cuando son podados. A éstos se los llama árboles de biomasa, y tienen por objetivo ser fuente de nutrientes, regenerar el suelo, trabajarlo con sus raíces en profundidad, generar humedad y reparar del viento y la lluvia a las especies más exigentes en requerimientos. Con todas estas especies, se quita de la atmósfera, y se fija en el suelo y en la madera, gran cantidad de dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero más problemáticos. Es por esto que se dice que estos sistemas tienen la capacidad de enfriar el planeta: secuestrando gases, alivianan el efecto invernadero y mitigan el cambio climático. Los árboles maderables también sirven a propósitos secundarios, pero no menos importantes, como obtener leña, comercializar madera (lo que aminora la tala de dichas especies en el monte nativo), y hasta contar con troncos donde se pueden cultivar hongos comestibles.
En estos sistemas agroforestales implementados por el Proyecto USUBI además se plantan frutales nativos y plantas medicinales nativas, contribuyendo a la preservación de la biodiversidad y posibilitando su uso sustentable.
Integración de los cultivos: las plantas cooperan entre sí
Los Sistemas Agroforestales son extremadamente diversos, donde las plantas crecen, una muy cerca de la otra, pero poseen tiempos de vida diferentes. De esta manera, se hace un mejor aprovechamiento del espacio, la luz y el agua, y se generan las condiciones para que las plantas cooperen entre sí, mejorando continuamente las condiciones del suelo para las que son más exigentes y que viven mayor cantidad de años.
Al plantar todo junto, de forma organizada y en el mismo momento, se trabaja el suelo una sola vez y se obtienen cosechas escalonadas: el primer año se podrá cosechar lechuga, tomate, pepino, brócoli, repollo, maíz, girasol, morrón, porotos, arroz, batata, entre otros alimentos. Luego, se cosechará mandioca, ananá, banana, mamón, cúrcuma y maracuyá, durante algunos años. Entre los 5 y 8 años, según la especie, se podrá cosechar los frutales: guaporeití, jaboticaba, cereza de monte, pitanga, ubajay, aguay, siete capotes, yacaratía, palmito, palta, mango y cítricos. Estos frutales serán criados y abonados con las podas de árboles de biomasa y maderables, como anchico colorado, cedro, caña fístula, caroba, viraró, timbó, ceibo grande, entre otros. Cuando estos árboles lleguen a un diámetro esperado, se los podrá aprovechar para comercializar madera de calidad plantada de forma sustentable y regenerativa. Por debajo de ellos, crecerán también especies maderables de crecimiento más lento, como la cancharana, grapia, loro negro, marmelero, rabo molle, guayubira, canela de viado, alecrín, incienso, guatambú blanco, entre otros. Estos árboles se quedarán en el sistema hasta lo último, junto con los frutales. Ellos también serán podados y alimentarán la vida del suelo y a los frutales durante todo el ciclo productivo. Si se quisiese, se podría cosechar la madera de estos árboles, y sacar los frutales para reiniciar el ciclo productivo; pero esta vez, sembrando y plantando en suelos mucho más fértiles y con mucha más capacidad de almacenar agua, gracias a que durante muchísimos años el suelo fue abonado por las plantas de biomasa que se podaron y las hojas que cayeron.
El Proyecto USUBI cuenta con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y es implementado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, a través de la Secretaría de Política Ambiental en Recursos Naturales, Dirección de Biodiversidad, junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), articulándose localmente con el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones.
Contactos:
Lic. Marina Parra: 11 3312-1821
Ing. Ftal. Gésica Suarez: 3751 57-6150
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