Se conocieron dos abusos sexuales en 9 días y esta en la mira judicial la aldea Mbororé

#AhoraMisiones

En los últimos nueve días del mes pasado, dos mujeres fueron abusadas sexualmente en la zona conocida como 2000 Hectáreas, cerca de la toma de agua de la ciudad de Puerto Iguazú.
Las víctimas coincidieron en detectar rasgos aborígenes en los atacantes por lo que fueron detenidos dos integrantes de la aldea Fortín Mbororé, que siguen privados de la libertad mientras se esperan informes de una serie de pericias de tipo genéticas y que se concrete la rueda de reconocimiento de personas. 

El primer ataque fue denunciado por una mujer de 55 años, el viernes 21 de mayo. Dijo que ese día su hija de 15 años llegó alterada a la casa, alrededor de las 20.30 y llorando le contó que al salir del colegio al que asiste y mientras se dirigía a su casa en moto, poco después de las 19 pinchó un neumático, por lo que debió repararlo en una gomería.

Cuando retomó el trayecto, pasando el puente sobre el arroyo Mbocay debió disminuir la marcha por el barro que había como consecuencia de la lluvia.



En ese contexto, salió del monte un aborigen y pateó la moto, logrando tumbarla en la calle. Forcejeó con el atacante, pudo correr y gritó pidiendo ayuda, pero nadie la escuchó -contó- por lo que el desconocido alcanzó a sujetarla nuevamente.

En el forcejeo rompió su uniforme escolar, le sacó el corpiño, la manoseó  y llegó el abusador a accederla pese a la tenaz resistencia.

La adolescente le contó a su madre que en determinado momento frenó una camioneta blanca que pasaba por el lugar, el conductor -a quien no conoce- se bajó y arremetió contra el hombre, exigiendo que la suelte, pero como éste hizo caso omiso, le apuntó con un arma de fuego y logró que escape corriendo  por una calle interna que conecta con la aldea Mbororé.

Después de eso -relató-, el conductor de la camioneta le dijo que se quedara tranquila: “Yo te voy a ayudar, no soy un hombre zarpado, tengo hijas. Subí a tu moto y te sigo, así te acompaño a tu casa”, lo que hizo, pero alrededor de 50 metros antes de llegar, la camioneta desvió el camino, alegando el conductor que tenía que viajar hacia la localidad de Andresito.

De acuerdo a la denuncia, la víctima recordó ante su madre que cuando el hombre que la ayudó alumbró al atacante, pudo identificarlo por sus rasgos aborígenes: morocho, baja estatura, cabellos lacios hasta los hombros y flequillo, calculando que podría tener entre 50 y 55 años. Tenía fuerte aliento etílico y a modo de defensa, la menor recordó que logró rasguñarlo en la zona del cuello, por lo que debía tener esas marcas. “Escuchó su voz y le miró fijamente a la cara, por lo que podría reconocerlo”, admitió la denunciante en una ampliación de la acusación realizada el día siguiente.






Fuente: TD Nota de :Por Cristian Valdez
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