La travesti acusada de abuso sexual fue beneficiada con prisión domiciliaria

#AhoraMisiones

Mayra Magdalena Patricia Bogado (42), la travesti detenida hace casi cuatro años bajo sospecha de haber abusado sexualmente a un menor de 13 años que fue a comprar en su negocio ubicado en el barrio Fátima de la localidad de Garupá fue beneficiada con la prisión domiciliaria.

La medida fue tomada el lunes de la semana pasada por el titular del Juzgado de Instrucción Siete, Carlos Giménez, y hecha efectiva el viernes. Fue alrededor de tres meses después de que el Tribunal Penal Dos de Posadas haya declarado la nulidad del auto de elevación a juicio oral -de fecha 31 de marzo de 2017- y en consecuencia ordenara devolver el expediente al juez instructor para que subsane una serie de defectos procesales que fueron detectados.

Mayra fijó como domicilio la misma propiedad en el cual habría ocurrido el abuso, donde vivirá junto a su madre quien, en esta etapa, hizo de garante para que le otorguen en beneficio a su hija.
Igualmente deberá cumplir una serie de restricciones que tiene que ver con la prohibición de salir del inmueble, así como evitar tener contacto con la presunta víctima o su familia, habitantes del mismo barrio. 

Mientras tanto, el magistrado interviniente deberá subsanar las aristas advertidas por los jueces del tribunal, a cargo de Gregorio Busse, para volver a elevar el expediente a debate.
Los abogados defensores de la travesti, Nelson Ortiz y Alejandro Jabornicky, adelantaron a este matutino que en breve será reiterado un pedido de excarcelación para lograr la libertad de la acusada, como un paso previo a la solicitud de sobreseimiento definitivo. 



Grave acusación
Según consta en el expediente de la causa, el ataque sexual fue cometido el 16 de septiembre de 2015 en el barrio Fátima de Garupá. Mayra tenía una despensa en la casa en la que vive junto a su mamá. Un vecino suyo, que en ese momento tenía 13 años, fue a comprar y, de acuerdo a la denuncia, en un momento de la charla, la travesti cerró la puerta con llave, encerró al niño en el lugar y lo violó.
Apenas pudo escapar del encierro, la presunta víctima le contó a la madre lo que había sucedido, pese a una serie de amenazas que supuestamente le habría proferido Mayra. De inmediato, la mujer fue a la Comisaría de la Mujer donde radicó la denuncia por abuso sexual.
Interiorizado de la acusación, horas después el juez Giménez ordenó la detención de la sospechosa, medida concretada por la División Investigaciones de la Unidad Regional X de la Policía de Misiones.
Desde ese momento, Mayra estuvo alojada en una dependencia policial hasta que la trasladaron a la Unidad Penal V Correccional de Mujeres de Miguel Lanús, donde reclamó por su libertad al autodefinirse inocente e incluso afirmó en varias oportunidades que es víctima de una acusación sin pruebas que la llevaron a hacer huelga de hambre en varios tramos de su encierro.

Contrapuntos
De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio que hizo la fiscal Patricia Clérici acusando a Bogado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal agravado por el riesgo de contagio de una enfermedad de transmisión sexual grave, en concurso real, el indicio más fuerte es el relato del nene en Cámara Gesell, además del resultado del examen médico que hicieron los profesionales del Poder Judicial, también base de la resolución judicial con el cual el juez Giménez imputó a la travesti y en su momento decretó su prisión preventiva.
En contrapartida, la defensa de Mayra sostiene sobre eso que la causa carece de especificaciones y no hay una acusación fundada en indicios sólidos.
La sospechosa y sus letrados sostienen que el chico no fue examinado al momento de ingresar al centro de salud donde lo llevaron tras el hecho y también afirman que durante la instrucción se desestimó, entre otros elementos, el relato de los docentes de la escuela a la que asistía la supuesta víctima, en donde otros estudiantes lo habrían escuchado asegurar que había hecho la denuncia contra la travesti a instancias de su madre y para sacarle dinero.
“Estaba detenida sin pruebas. Imaginate que iba a ser el primer juicio sin pruebas y eso es ridículo. Pasó cuatro años detenida por un proceso sin pruebas en contra por lo que iremos hasta las últimas consecuencias para lograr su absolución. El tribunal con dos dedos de frente analizó la situación y dijo que así no se puede llevar adelante el debate porque mañana viene la Corte Suprema y esto se declara nulo, pero para eso cuatro años (Mayra) estuvo adentro”, manifestó el abogado Jabornicky.

Tratamiento
Mientras se tramitaba la causa, por medio de sus abogados la detenida interpuso varios pedidos de excarcelación que fueron respondidos de manera negativa por el magistrado a cargo.
Hace alrededor de dos años se ordenó una junta médica interdisciplinaria que fue hecha a la acusada en la sede del Cuerpo Médico Forense, en donde se diagnosticó que padecía un cuadro de disforia de género, es decir, una condición en la cual siente que su identidad de género es una discrepancia con su sexo biológico real.
Por esa condición Bogado debió afrontar un tratamiento, con asistente social y psicóloga, además de tomar  medicamentos para revertir el citado cuadro. Esa situación se sumó a la falta de infraestructura adecuada para la contención de personas transgénero.



Por Cristian Valdez de El Territorio
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