#AhoraMisiones
En la próxima reunión del board se confirmará la liberación del dinero. Alcanzará para pagar compromisos financieros hasta después de las elecciones de octubre. Se habló también de la marcha del acuerdo por el uso de dólares del FMI para enfrentar corridas cambiarias.
Argentina recibió un guiño clave este fin de semana. El Fondo Monetario Internacional (FMI), más allá de crítica puntuales y clásicas, no pondrá reparos en habilitar los aproximadamente 5.400 millones de dólares para el segundo desembolso del año. Aunque aún resta cerrar el informe elaborado por los técnicos que visitaron Buenos Aires comandados por Roberto Cardarelli, los números de la Argentina desde marzo a hoy serían lo suficientemente sólidos como para que no haya problemas para que el stand by continúe vigente. Así se lo dejó claro la directora gerente del organismo financiero internacional Christine Lagarde a los enviados del Gobierno argentino a la cumbre del G-20 de Fukuoka, Japón. En ese evento, donde concurrieron el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; ambos se encontraron el viernes con Lagarde, donde se le reconoció a la Argentina la marcha progresiva del stand by con las objeciones clásicas a la marcha de la recaudación sobre la inflación y la lentitud en la disminución de los precios. Y, lo más importante en la reunión, se ratificó la autorización para que continúe el plan de utilización de los dólares del FMI para combatir eventuales corridas contra el dólar. En este sentido, uno de los puntos que más entusiasmó a Lagarde es que aún no se hizo uso de un solo dólar. Y que sólo con la amenaza de la posibilidad de intervención, el mercado se tranquilizó.
El dinero del desembolso de los u$s5.400 millones se efectivizará una vez que se concrete la próxima reunión del board del organismo, evento programado para este viernes 14 de junio. Podrá haber alguna prórroga de hasta una semana, pero el encuentro no pasará de este mes. En el encuentro del directorio se hablará del caso argentino (como del resto de los préstamos vigentes); y, sin objeciones de conciencia mayores, se liberará el dinero comprometido. El FMI ya había liberado el primer desembolso del año en abril pasado, autorizando el giro de unos u$s10.800 millones. Cuando se confirme el desembolso pactado para fin de junio comienzo de julio, el FMI habrá enviado ya al país desde junio del año pasado, unos u$s44.600 millones. Restarían para completar el acuerdo unos u$s12.700 millones que, si se aprueban las futuras revisiones, ingresarían antes de fin de año, completando los u$s57.300 millones del total del stand by firmado con el organismo en 2018. El desagregado incluye unos u$s15.000 millones en junio de 2018, u$s5.031 millones en octubre y u$s7.619 en diciembre de ese año. En lo que va de 2019 fueron girados u$s10.870 millones en abril. En teoría, aun utilizando los u$s6.000 millones pactados con el FMI para contener el dólar, al Gobierno le sobraría el dinero para cerrar sus obligaciones financieras hasta el primer semestre del próximo año. Será tarea de la futura gestión renegociar, o no, el acuerdo firmado en junio pasado (ampliado y modificado en septiembre de 2018), para eventualmente conseguir otros u$s10.000 millones y cerrar todo 2020.
Además de los desembolsos, se avaló desde Fukuoka la posibilidad de continuar con el pacto de caballeros entre el Gobierno argentino y el FMI, de utilizar hasta u$s6.000 millones bajo los parámetros acordados. Esto es, no liquidar más de u$s250 millones diarios y que no se perfore el techo pétreo de 51,45 pesos. En este punto, los argumentos de Sandleris son sólidos. Hasta el viernes pasado, el dólar se mantuvo más que estable (aun en un clima de inflación de 3% promedio entre abril y mayo), sin que se produzcan corridas ni que se amenace contra la estabilidad cambiaria general. Y, lo más importante, sin que se utilice un solo dólar de los u$s250 diarios. “Ganamos un mes y medio”, hablaban, enfervorizados, algunos de los funcionarios en la rueda diplomática del viernes en Japón.
Ese mismo día, nuevamente en público, Lagarde respaldaba al Gobierno al destacar los “esfuerzos continuos” que han conducido “a importantes avances” en la economía del país, mientras señaló que “continúa trabajando” en la revisión del acuerdo stand by. La directiva francesa destacó “los continuos esfuerzos de las autoridades en materia de políticas que han conducido a importantes avances, incluida la disminución del déficit fiscal y corriente”. El FMI difundió un comunicado con declaraciones de Lagarde, quien resaltó tras la reunión: “Intercambiamos opiniones sobre los recientes desarrollos de la economía mundial y las perspectivas de Argentina”. “Las autoridades argentinas y el equipo del Fondo continúan trabajando en la cuarta revisión del acuerdo stand by”. Así, puntualizó: “Quisiera reiterar el compromiso del Fondo de apoyar los esfuerzos de Argentina para enfrentar sus desafíos económicos”.
En la próxima reunión del board se confirmará la liberación del dinero. Alcanzará para pagar compromisos financieros hasta después de las elecciones de octubre. Se habló también de la marcha del acuerdo por el uso de dólares del FMI para enfrentar corridas cambiarias.
Argentina recibió un guiño clave este fin de semana. El Fondo Monetario Internacional (FMI), más allá de crítica puntuales y clásicas, no pondrá reparos en habilitar los aproximadamente 5.400 millones de dólares para el segundo desembolso del año. Aunque aún resta cerrar el informe elaborado por los técnicos que visitaron Buenos Aires comandados por Roberto Cardarelli, los números de la Argentina desde marzo a hoy serían lo suficientemente sólidos como para que no haya problemas para que el stand by continúe vigente. Así se lo dejó claro la directora gerente del organismo financiero internacional Christine Lagarde a los enviados del Gobierno argentino a la cumbre del G-20 de Fukuoka, Japón. En ese evento, donde concurrieron el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; ambos se encontraron el viernes con Lagarde, donde se le reconoció a la Argentina la marcha progresiva del stand by con las objeciones clásicas a la marcha de la recaudación sobre la inflación y la lentitud en la disminución de los precios. Y, lo más importante en la reunión, se ratificó la autorización para que continúe el plan de utilización de los dólares del FMI para combatir eventuales corridas contra el dólar. En este sentido, uno de los puntos que más entusiasmó a Lagarde es que aún no se hizo uso de un solo dólar. Y que sólo con la amenaza de la posibilidad de intervención, el mercado se tranquilizó.
El dinero del desembolso de los u$s5.400 millones se efectivizará una vez que se concrete la próxima reunión del board del organismo, evento programado para este viernes 14 de junio. Podrá haber alguna prórroga de hasta una semana, pero el encuentro no pasará de este mes. En el encuentro del directorio se hablará del caso argentino (como del resto de los préstamos vigentes); y, sin objeciones de conciencia mayores, se liberará el dinero comprometido. El FMI ya había liberado el primer desembolso del año en abril pasado, autorizando el giro de unos u$s10.800 millones. Cuando se confirme el desembolso pactado para fin de junio comienzo de julio, el FMI habrá enviado ya al país desde junio del año pasado, unos u$s44.600 millones. Restarían para completar el acuerdo unos u$s12.700 millones que, si se aprueban las futuras revisiones, ingresarían antes de fin de año, completando los u$s57.300 millones del total del stand by firmado con el organismo en 2018. El desagregado incluye unos u$s15.000 millones en junio de 2018, u$s5.031 millones en octubre y u$s7.619 en diciembre de ese año. En lo que va de 2019 fueron girados u$s10.870 millones en abril. En teoría, aun utilizando los u$s6.000 millones pactados con el FMI para contener el dólar, al Gobierno le sobraría el dinero para cerrar sus obligaciones financieras hasta el primer semestre del próximo año. Será tarea de la futura gestión renegociar, o no, el acuerdo firmado en junio pasado (ampliado y modificado en septiembre de 2018), para eventualmente conseguir otros u$s10.000 millones y cerrar todo 2020.
Además de los desembolsos, se avaló desde Fukuoka la posibilidad de continuar con el pacto de caballeros entre el Gobierno argentino y el FMI, de utilizar hasta u$s6.000 millones bajo los parámetros acordados. Esto es, no liquidar más de u$s250 millones diarios y que no se perfore el techo pétreo de 51,45 pesos. En este punto, los argumentos de Sandleris son sólidos. Hasta el viernes pasado, el dólar se mantuvo más que estable (aun en un clima de inflación de 3% promedio entre abril y mayo), sin que se produzcan corridas ni que se amenace contra la estabilidad cambiaria general. Y, lo más importante, sin que se utilice un solo dólar de los u$s250 diarios. “Ganamos un mes y medio”, hablaban, enfervorizados, algunos de los funcionarios en la rueda diplomática del viernes en Japón.
Ese mismo día, nuevamente en público, Lagarde respaldaba al Gobierno al destacar los “esfuerzos continuos” que han conducido “a importantes avances” en la economía del país, mientras señaló que “continúa trabajando” en la revisión del acuerdo stand by. La directiva francesa destacó “los continuos esfuerzos de las autoridades en materia de políticas que han conducido a importantes avances, incluida la disminución del déficit fiscal y corriente”. El FMI difundió un comunicado con declaraciones de Lagarde, quien resaltó tras la reunión: “Intercambiamos opiniones sobre los recientes desarrollos de la economía mundial y las perspectivas de Argentina”. “Las autoridades argentinas y el equipo del Fondo continúan trabajando en la cuarta revisión del acuerdo stand by”. Así, puntualizó: “Quisiera reiterar el compromiso del Fondo de apoyar los esfuerzos de Argentina para enfrentar sus desafíos económicos”.