#AhoraMisiones
Un docente de Informática misionero fue detenido durante la jornada de ayer en la localidad de Jardín América en el marco de la megacausa que investiga hechos de abusos sexual cometidos durante las décadas del 80 y 90 en perjuicio de sordomudos que asistían a la sede platense del Instituto Antonio Próvolo.
El detenido fue identificado por las fuentes como José B. (54), oriundo y residente en la mencionada localidad misionera, quien de esta forma se transformó en el tercer involucrado en la causa que ya tiene a un sacerdote tras las rejas y a otro con un pedido de extradición latente, ya que se encuentra en Italia.
El profesor fue capturado a la salida de la escuela en la cual se desempeñaba actualmente y el procedimiento fue concretado por una comisión de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de la Plata, quienes llegaron a Misiones exclusivamente para seguir los pasos del sospechoso.
La detención fue ordenada mediante un exhorto firmado por el magistrado Jorge Moya Panisello, a cargo del Juzgado de Garantías 2 en lo Penal del Departamento Judicial de La Plata, en el marco de la causa que instruye la fiscal platense Cecilia Corfield.
Se cree que el hombre regresó a la provincia hace aproximadamente un año, pero desde ayer se encuentra privado de su libertad en una celda de Jardín América y allí aguardará hasta su traslado a La Plata para ser indagado por la fiscal interviniente.
Según consignaron fuentes consultadas, el misionero está imputado por los delitos de ‘abuso sexual simple agravado por su condición de guardador o educador; abuso sexual con acceso carnal en cinco hechos y corrupción de menores’.
Voceros del caso añadieron que el docente se fue trabajar a La Plata acompañado de un cura y que con el tiempo pasó de profesor a cumplir funciones como celador en la década del 90.
Más involucrados
En el marco de esta causa, la Justicia interviniente ya había ordenado la detención de dos sacerdotes.
Uno de ellos es Nicolás Corradi, quien ya está privado de su libertad por delitos similares en Mendoza, mientras que el otro involucrado es Eliseo José Primatti, que actualmente reside en un asilo de ancianos en Italia y la fiscal ya pidió su extradición.
Para la Justicia está probado que el misionero trabajó con los dos sacerdotes en el Instituto Próvolo, donde existieron hechos abusos y en donde Corradi fue la máxima autoridad desde 1970 hasta 1997.
En el expediente consta además que, según las denuncias recolectadas, los abusos se cometían los sábados, dado que ese día disminuía el número de alumnos internados y sólo quedaban los que no tenían familia.
Sobre Corradi se espera que la Justicia mendocina autorice su traslado hasta La Plata para ser indagado por la fiscal Corfield bajo una acusación por los delitos de abuso sexual simple agravado por su condición de ministro del culto católico y encargado de la guarda por el grave daño en la salud de la víctima y reiterado cuanto menos en tres hechos y abuso sexual con acceso carnal agravado reiterado por lo menos cinco hechos en su calidad de partícipe necesario.
Por su parte, Primatti está imputado de abuso sexual simple agravado por su condición de culto religioso en al menos tres hechos, exhibiciones obscenas y promoción de facilitación de la corrupción de menores agravada.
En el marco de esta investigación, el juez Panisello señaló que “a la fecha de los delitos no sólo eran menores de edad sino incapaces en razón de su condición de sordomudos, lo que los convertía en niños indefensos, algunos de ellos sin familia contenedora”.
La investigación llevada adelante por la fiscalía especial de Corfield inició esta investigación a fines de 2016, luego de que se conocieran que Corradi y Horacio Cobacho, detenidos por los casos de abusos en el Próvolo de Mendoza, también habían trabajado en La Plata.
Denuncias y allanamiento
Tras el inicio de la pesquisa, en septiembre del año pasado el Instituto Próvolo de La Plata estuvo en el centro de la escena debido a un allanamiento concretado a pedido de Corfield.
Durante ese procedimiento, según consignó Clarín en ese momento, se secuestraron legajos tanto de docentes como de alumnos, y también participaron peritos arquitectos cuya labor fue comprobar que las descripciones edilicias hechas por las víctimas coincidieran con el edificio, contemplando obviamente las reformas hechos en los últimos años.
Las denuncias fueron radicadas por siete víctimas que eran alumnos del Próvolo, pero los abusos habrían alcanzado a otros 21 estudiantes. Los hechos ocurridos en la sede platense del instituto católico cuya congregación -Compañía de María para la Educación de los Sordomudos- tiene su sede central en Verona, Italia, se habrían registrado entre los años 1982 y 2002.
Según sostuvieron las fuentes y fue replicado por el matutino porteño, las siete víctimas que declararon señalaron como autores de los abusos a tres varones: un sacerdote y dos laicos. Los tres apuntados vivían en el instituto, y los laicos se habrían desempeñado como preceptores.
Al momento de ese allanamiento no había imputados, pero las fuentes adelantaron que les faltaba recabar más testimonios, tanto de alumnos y docentes. Al parecer, los investigadores lograron recopilar elementos suficientes y ahora ordenaron la detención de los primeros tres implicados, entre ellos, el docente misionero.
Fuente: Territorio
Un docente de Informática misionero fue detenido durante la jornada de ayer en la localidad de Jardín América en el marco de la megacausa que investiga hechos de abusos sexual cometidos durante las décadas del 80 y 90 en perjuicio de sordomudos que asistían a la sede platense del Instituto Antonio Próvolo.
El detenido fue identificado por las fuentes como José B. (54), oriundo y residente en la mencionada localidad misionera, quien de esta forma se transformó en el tercer involucrado en la causa que ya tiene a un sacerdote tras las rejas y a otro con un pedido de extradición latente, ya que se encuentra en Italia.
El profesor fue capturado a la salida de la escuela en la cual se desempeñaba actualmente y el procedimiento fue concretado por una comisión de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de la Plata, quienes llegaron a Misiones exclusivamente para seguir los pasos del sospechoso.
La detención fue ordenada mediante un exhorto firmado por el magistrado Jorge Moya Panisello, a cargo del Juzgado de Garantías 2 en lo Penal del Departamento Judicial de La Plata, en el marco de la causa que instruye la fiscal platense Cecilia Corfield.
Se cree que el hombre regresó a la provincia hace aproximadamente un año, pero desde ayer se encuentra privado de su libertad en una celda de Jardín América y allí aguardará hasta su traslado a La Plata para ser indagado por la fiscal interviniente.
Según consignaron fuentes consultadas, el misionero está imputado por los delitos de ‘abuso sexual simple agravado por su condición de guardador o educador; abuso sexual con acceso carnal en cinco hechos y corrupción de menores’.
Voceros del caso añadieron que el docente se fue trabajar a La Plata acompañado de un cura y que con el tiempo pasó de profesor a cumplir funciones como celador en la década del 90.
Más involucrados
En el marco de esta causa, la Justicia interviniente ya había ordenado la detención de dos sacerdotes.
Uno de ellos es Nicolás Corradi, quien ya está privado de su libertad por delitos similares en Mendoza, mientras que el otro involucrado es Eliseo José Primatti, que actualmente reside en un asilo de ancianos en Italia y la fiscal ya pidió su extradición.
Para la Justicia está probado que el misionero trabajó con los dos sacerdotes en el Instituto Próvolo, donde existieron hechos abusos y en donde Corradi fue la máxima autoridad desde 1970 hasta 1997.
En el expediente consta además que, según las denuncias recolectadas, los abusos se cometían los sábados, dado que ese día disminuía el número de alumnos internados y sólo quedaban los que no tenían familia.
Sobre Corradi se espera que la Justicia mendocina autorice su traslado hasta La Plata para ser indagado por la fiscal Corfield bajo una acusación por los delitos de abuso sexual simple agravado por su condición de ministro del culto católico y encargado de la guarda por el grave daño en la salud de la víctima y reiterado cuanto menos en tres hechos y abuso sexual con acceso carnal agravado reiterado por lo menos cinco hechos en su calidad de partícipe necesario.
Por su parte, Primatti está imputado de abuso sexual simple agravado por su condición de culto religioso en al menos tres hechos, exhibiciones obscenas y promoción de facilitación de la corrupción de menores agravada.
En el marco de esta investigación, el juez Panisello señaló que “a la fecha de los delitos no sólo eran menores de edad sino incapaces en razón de su condición de sordomudos, lo que los convertía en niños indefensos, algunos de ellos sin familia contenedora”.
La investigación llevada adelante por la fiscalía especial de Corfield inició esta investigación a fines de 2016, luego de que se conocieran que Corradi y Horacio Cobacho, detenidos por los casos de abusos en el Próvolo de Mendoza, también habían trabajado en La Plata.
Denuncias y allanamiento
Tras el inicio de la pesquisa, en septiembre del año pasado el Instituto Próvolo de La Plata estuvo en el centro de la escena debido a un allanamiento concretado a pedido de Corfield.
Durante ese procedimiento, según consignó Clarín en ese momento, se secuestraron legajos tanto de docentes como de alumnos, y también participaron peritos arquitectos cuya labor fue comprobar que las descripciones edilicias hechas por las víctimas coincidieran con el edificio, contemplando obviamente las reformas hechos en los últimos años.
Las denuncias fueron radicadas por siete víctimas que eran alumnos del Próvolo, pero los abusos habrían alcanzado a otros 21 estudiantes. Los hechos ocurridos en la sede platense del instituto católico cuya congregación -Compañía de María para la Educación de los Sordomudos- tiene su sede central en Verona, Italia, se habrían registrado entre los años 1982 y 2002.
Según sostuvieron las fuentes y fue replicado por el matutino porteño, las siete víctimas que declararon señalaron como autores de los abusos a tres varones: un sacerdote y dos laicos. Los tres apuntados vivían en el instituto, y los laicos se habrían desempeñado como preceptores.
Al momento de ese allanamiento no había imputados, pero las fuentes adelantaron que les faltaba recabar más testimonios, tanto de alumnos y docentes. Al parecer, los investigadores lograron recopilar elementos suficientes y ahora ordenaron la detención de los primeros tres implicados, entre ellos, el docente misionero.
Fuente: Territorio
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