#AhoraMisiones El Gauchito Gil es una figura religiosa,? objeto de devoción popular en la Argentina. Su fundamento histórico está en la persona del gaucho Antonio Gil Núñez, de quien se sabe poco con certeza.? Lo veneran cada 8 de enero.
Casi 250 kilómetros separan a Concepción de la ciudad de Mercedes, en Corrientes, una de las provincias del litoral argentino. Hace 140 años, un gaucho malevo llamado Antonio Gil unió ambos sitios a campo traviesa. Atravesó pantanos, bosques y peligrosos montes para llegar a su ciudad natal, escapando de sus captores, que lo buscaban por los robos cometidos a los poderosos de esa época. Atracos donde los botines eran dinero, pero también el cuerpo de sus mujeres.
El Gauchito Gil fue capturado cuando su periplo estaba por terminar y, según cuenta el mito, su verdugo fue el primero que luego gozó de sus milagros. Cada 8 de enero, unas 300.000 personas cumplen una tradición que que los hermana en la misma fe. El objetivo es agradecer los favores concedidos y participar de una fiesta en plena carretera, donde se baila chamamé, se toman los mejores mates del país y se come asado.
Con leves diferencias, hay más de una versión sobre su historia.
Primera versión
Antonio Gil fue un gaucho trabajador rural, que tuvo un romance con una viuda adinerada. Esto le hizo ganar el odio de los hermanos de la viuda y del jefe de la policía local, quien había cortejado a esa misma mujer. Debido al peligro, Gil dejó el área y se alistó para pelear en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870). Luego de regresar, fue reclutado por el Partido Autonomista para pelear en la guerra civil correntina contra el opositor Partido Liberal, pero él desertó. Dado que la deserción era delito, fue capturado, colgado de su pie en un árbol de espinillo, y degollado. Antes de ser ejecutado, Gil le dijo a su verdugo que debería rezar en nombre de Gil por la vida de su hijo, quien estaba muy enfermo; al principio, el verdugo desconfió de él, pero cuando regresó a su hogar, el verdugo encontró a su hijo casi agonizando, desesperado, el verdugo le rezó a Gil y su hijo sanó milagrosamente. Él le dio al cuerpo de Gil un entierro apropiado, y las personas que se enteraron del milagro construyeron un santuario, que creció hasta hoy.
Se toma la tradición de envolver con banderas rojas o pintar de rojo los santuarios de veneración al Gauchito Gil, dado que es el color que caracteriza al Partido Autonomista en la provincia de Corrientes.
Segunda versión
Estatuas de Gauchito Gil y San La Muerte.
Esta versión relata que Gil era un cuatrero que se congració con los pobres. Reclutado para combatir en la Guerra de la Triple Alianza, desertó y fue perseguido. Cuando lo capturaron por los delitos que cometió, un comisario estaba a punto de dispararle debajo de un árbol, y el Gauchito Gil le dijo: «No me mates, que ya va a llegar la carta de mi inocencia». El comisario respondió: «Igual no te vas a salvar», y el Gauchito dijo: «Cuando llegue la carta vas a recibir la noticia de que tu hijo está muriendo por causa de una enfermedad; cuando llegués rezá por mí y tu hijo se va a salvar, porque hoy vas a estar derramando la sangre de un inocente». En esa época se creía que invocar la sangre de un inocente era milagroso. Al llegar a su casa en Mercedes, el comisario encontró a su hijo enfermo, rezó por él en nombre del Gauchito Gil y su hijo se curó. El comisario volvió adonde estaba el cuerpo de Gauchito Gil y le pidió perdón.
Tercera versión
El Gauchito Gil dirigía un grupo de matones autonomistas que iban de pueblo en pueblo saqueando, robando a los ricos y matando a todo liberal que se cruzara en su camino. Fue capturado por un grupo de hombres del Partido Liberal y degollado cerca de Mercedes, Corrientes.
Actualmente, el santuario construido en un emplazamiento cercano al lugar de su muerte (ubicada a unos 8 kilómetros de la ciudad de Mercedes) recibe cientos de miles de peregrinos cada año, especialmente el 8 de enero, aniversario de la muerte de Gil. Su tumba está en el Cementerio de la Ciudad de Mercedes.?
El culto del Gauchito Gil se ha extendido desde la Provincia de Corrientes hacia el resto del país, observándose a lo largo de caminos urbanos y rurales, santuarios del Gauchito Gil caracterizados por poseer banderas y cintas rojas.
Casi 250 kilómetros separan a Concepción de la ciudad de Mercedes, en Corrientes, una de las provincias del litoral argentino. Hace 140 años, un gaucho malevo llamado Antonio Gil unió ambos sitios a campo traviesa. Atravesó pantanos, bosques y peligrosos montes para llegar a su ciudad natal, escapando de sus captores, que lo buscaban por los robos cometidos a los poderosos de esa época. Atracos donde los botines eran dinero, pero también el cuerpo de sus mujeres.
El Gauchito Gil fue capturado cuando su periplo estaba por terminar y, según cuenta el mito, su verdugo fue el primero que luego gozó de sus milagros. Cada 8 de enero, unas 300.000 personas cumplen una tradición que que los hermana en la misma fe. El objetivo es agradecer los favores concedidos y participar de una fiesta en plena carretera, donde se baila chamamé, se toman los mejores mates del país y se come asado.
Con leves diferencias, hay más de una versión sobre su historia.
Primera versión
Antonio Gil fue un gaucho trabajador rural, que tuvo un romance con una viuda adinerada. Esto le hizo ganar el odio de los hermanos de la viuda y del jefe de la policía local, quien había cortejado a esa misma mujer. Debido al peligro, Gil dejó el área y se alistó para pelear en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870). Luego de regresar, fue reclutado por el Partido Autonomista para pelear en la guerra civil correntina contra el opositor Partido Liberal, pero él desertó. Dado que la deserción era delito, fue capturado, colgado de su pie en un árbol de espinillo, y degollado. Antes de ser ejecutado, Gil le dijo a su verdugo que debería rezar en nombre de Gil por la vida de su hijo, quien estaba muy enfermo; al principio, el verdugo desconfió de él, pero cuando regresó a su hogar, el verdugo encontró a su hijo casi agonizando, desesperado, el verdugo le rezó a Gil y su hijo sanó milagrosamente. Él le dio al cuerpo de Gil un entierro apropiado, y las personas que se enteraron del milagro construyeron un santuario, que creció hasta hoy.
Se toma la tradición de envolver con banderas rojas o pintar de rojo los santuarios de veneración al Gauchito Gil, dado que es el color que caracteriza al Partido Autonomista en la provincia de Corrientes.
Segunda versión
Estatuas de Gauchito Gil y San La Muerte.
Esta versión relata que Gil era un cuatrero que se congració con los pobres. Reclutado para combatir en la Guerra de la Triple Alianza, desertó y fue perseguido. Cuando lo capturaron por los delitos que cometió, un comisario estaba a punto de dispararle debajo de un árbol, y el Gauchito Gil le dijo: «No me mates, que ya va a llegar la carta de mi inocencia». El comisario respondió: «Igual no te vas a salvar», y el Gauchito dijo: «Cuando llegue la carta vas a recibir la noticia de que tu hijo está muriendo por causa de una enfermedad; cuando llegués rezá por mí y tu hijo se va a salvar, porque hoy vas a estar derramando la sangre de un inocente». En esa época se creía que invocar la sangre de un inocente era milagroso. Al llegar a su casa en Mercedes, el comisario encontró a su hijo enfermo, rezó por él en nombre del Gauchito Gil y su hijo se curó. El comisario volvió adonde estaba el cuerpo de Gauchito Gil y le pidió perdón.
Tercera versión
El Gauchito Gil dirigía un grupo de matones autonomistas que iban de pueblo en pueblo saqueando, robando a los ricos y matando a todo liberal que se cruzara en su camino. Fue capturado por un grupo de hombres del Partido Liberal y degollado cerca de Mercedes, Corrientes.
Actualmente, el santuario construido en un emplazamiento cercano al lugar de su muerte (ubicada a unos 8 kilómetros de la ciudad de Mercedes) recibe cientos de miles de peregrinos cada año, especialmente el 8 de enero, aniversario de la muerte de Gil. Su tumba está en el Cementerio de la Ciudad de Mercedes.?
El culto del Gauchito Gil se ha extendido desde la Provincia de Corrientes hacia el resto del país, observándose a lo largo de caminos urbanos y rurales, santuarios del Gauchito Gil caracterizados por poseer banderas y cintas rojas.