#AhoraNoticias Hay malestar en el Ejecutivo por la misa conjunta entre el obispo de Luján y los líderes de Camioneros. Pablo Moyano dijo que hubo un "aval" del Pontífice.
La foto del fin de semana entre los Moyano y la Iglesia generó malestar en el Gobierno, en momentos de una escalada de tensión entre la cúpula de Camioneros y la Casa Rosada por el plan económico y las causas judiciales que involucran a los sindicalistas.
En el Ejecutivo creen que el Papa Francisco respalda los gestos de apoyo de la Iglesia hacia Hugo y Pablo Moyano y sus aliados. De hecho el propio secretario adjunto de Camioneros dijo que la misa del sábado hacia la Basílica de Luján "no se podría haber hecho sin la venia" del Sumo Pontífice.
En la misa hubo cuestionamientos al modelo económico del Gobierno de parte del arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, que pidió más interacción "entre el Estado y el Pueblo", y se produjo después que el juez Luis Carzoglio rechazara el pedido de detención de Pablo Moyano en la causa por asociación ilícita en Independiente.
Hubo una fuerte asistencia de dirigentes de la oposición y sindicalistas críticos del Gobierno, como la intendenta de La Matanza Verónica Magario y el jefe comunal de Merlo Gustavo Menéndez, además de sindicalistas como Roberto Baradel (SUTEBA) y Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), vinculados al kirchnerismo.
La foto del fin de semana entre los Moyano y la Iglesia generó malestar en el Gobierno, en momentos de una escalada de tensión entre la cúpula de Camioneros y la Casa Rosada por el plan económico y las causas judiciales que involucran a los sindicalistas.
En el Ejecutivo creen que el Papa Francisco respalda los gestos de apoyo de la Iglesia hacia Hugo y Pablo Moyano y sus aliados. De hecho el propio secretario adjunto de Camioneros dijo que la misa del sábado hacia la Basílica de Luján "no se podría haber hecho sin la venia" del Sumo Pontífice.
En la misa hubo cuestionamientos al modelo económico del Gobierno de parte del arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, que pidió más interacción "entre el Estado y el Pueblo", y se produjo después que el juez Luis Carzoglio rechazara el pedido de detención de Pablo Moyano en la causa por asociación ilícita en Independiente.
Hubo una fuerte asistencia de dirigentes de la oposición y sindicalistas críticos del Gobierno, como la intendenta de La Matanza Verónica Magario y el jefe comunal de Merlo Gustavo Menéndez, además de sindicalistas como Roberto Baradel (SUTEBA) y Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), vinculados al kirchnerismo.