Hallan muerto a un ex convicto y lo investigan como caso de gatillo fácil

#AhoraNoticias: Arnaldo Alejandro Amarilla (33) fue asesinado ayer a la madrugada, en su casa del barrio A3-2 de Posadas. Su hermano lo encontró sobre un charco de sangre con dos impactos de perdigones en la espalda que, según la familia, salieron de una escopeta antidisturbios utilizada por la Policía en episodios violentos o manifestaciones públicas.

Por eso, a instancias de una disposición judicial, dos uniformados con el rango de oficial y suboficial y prestación de servicios en la Seccional Décima fueron detenidos preventivamente y hasta el cierre de esta edición permanecían incomunicados, mientras se investiga si se trató de un caso de gatillo fácil.



Los familiares de la víctima sustentaron esa hipótesis en la decena de declaraciones que hicieron en sede policial, confirmando la intervención de los policías. Lo mismo hicieron algunos vecinos de la cuadra que fueron testigos directos de la violenta secuencia, según sus propios dichos.

Por lo pronto, el titular del Juzgado de Instrucción Seis, Ricardo Balor, dispuso que el cuerpo sea sometido a una autopsia para determinar si los proyectiles le provocaron la muerte, puesto que un par de horas antes Amarilla había sido golpeado en una descomunal pelea producida en una cancha de fútbol distante a menos de una cuadra de donde lo mataron. No se descarta que otra lesión haya sido letal.

Sus padres pidieron que los investigadores no cubran a los responsables y en consonancia con eso, analizan manifestarse frente a la dependencia policial. Todos apuntaron a un efectivo como ejecutor de los disparos que recibió el hombre y en ese contexto, aseguraron que hace poco lo había amenazado.

Boca abajo, frente al baño

El cuerpo de Amarilla fue encontrado casi al amanecer en el interior de la casa ubicada en la Manzana 18 del mencionado barrio.
Según la reconstrucción realizada en base a los testimonios recogidos en el lugar, su hermano Celso había regresado después de cuidar la vivienda de un vecino y se topó con la escena criminal en la que estaba su familiar, sin remera, muerto sobre un charco de sangre que se escurría hacia el patio lateral. La puerta estaba abierta y según explicó, cree que su hermano trató de meterse corriendo a la casa cuando se desplomó.

Fue él quien, a simple vista -según dijo- detectó las heridas en la espalda y se dio cuenta de que algo no cuadraba. Por eso indagó con sus vecinos de vereda y cobró forma la teoría que por estos momentos defiende: “Lo ejecutó la Policía”.

El Territorio pudo saber que hasta cerca de las 23, Amarilla estuvo en la cancha donde intervino en una trifulca que dejó a varios heridos e incluso, habría recibido un botellazo en la cabeza y patadas en distintas partes del cuerpo. Luego de esa pelea encaró para la casa y permaneció aparentemente solo, puesto que sus padres -con quien vive- no estaban.

En ese punto se unen los relatos sobre la presunta irrupción policial. En las declaraciones detallaron que el hombre estaba sentado en la vereda cuando, alrededor de las dos de la madrugada, desde una patrulla, uno de los uniformados (a quien identificaron con nombre y apellido) habría comenzado a disparar. En ese momento la víctima corrió hacia la casa y no volvió a salir pese a que supuestamente, al rato, el efectivo a quien señalaron regresó solo. Suponen que para ese momento ya estaba muerto.

“No había nadie en la casa, cuando llegamos nos topamos con esta situación. Nos enteramos que estuvo en la cancha, que peleó, pero no podemos creer que los disparos vinieron de la Policía en un momento en que estaba tranquilo en la vereda. Sobre todo acusamos a uno que siempre le decía, ‘ya me voy a encargar de vos’ como el autor del asesinato” apuntó Romina, hermana de la víctima.
Artículo Anterior Artículo Siguiente

Publicidad

Publicidad

نموذج الاتصال