Con tasas de Lebac al 37 por ciento, se discutió que el Central salga con una
oferta millonaria de divisas "en bloque" para frenar la escalada de la divisa
Con la nueva suba de 300 puntos básicos de la tasa de referencia tampoco fue suficiente ayer para contener al tipo de cambio. Pero en medio del nerviosismo generalizado por un dólar que parecía no tener freno llegó una decisión consensuada del equipo económico: dejar de "ponerle el pecho" a la cotización, es decir dejar que el dólar se deslice hasta ver dónde frena.
Así llegó ayer a $23 en la última operación en el mercado mayorista, marcando una suba de 6 por ciento, mientras que en minorista finalizó a $23,30, 9% arriba del precio anterior. No fue un "descuido" oficial ni que los inversores se llevaran todo por delante. Al contrario, las últimas transacciones se hicieron con muy poco volumen.
La idea detrás de dejar que la divisa continúe con su recorrido ascendente es intentar un golpe a quienes especularon en los últimos días y hacerlo retroceder de manera notoria. Por eso, de las conversaciones telefónicas que se cruzaron ayer durante toda la jornada entre el equipo económico y el presidente Mauricio Macri, además de consultas con banqueros locales y del exterior, surgió que lo más lógico era que la situación decante sola, esperando que la cotización haga un "overshooting", es decir se dispare más allá de su nivel de equilibrio para luego reacomodarse.
"
Para el Gobierno el dólar ya tuvo un “overshooting”, es decir exageró su aumento respecto al nivel de equilibrio. Sería el momento justo para empujar una caída Según entienden en el Central, pero también muchos operadores del mercado, estaría la situación para que ello "suceda.
El tipo de cambio ya subió mucho, las tasas quedaron altísimas y hay mucha menos liquidez que hace
diez días por las continuas ventas de divisas.
La postura más firme en el Gobierno era permitir que el Central utilice todo su poder de fuego para calmar las aguas antes de que llegue el fin de semana. Se pasaría de una intervención tímida a una mucho más decidida, a través de las ventas en bloque, es decir no poniendo divisas a cuentagotas sino ofreciendo una suma millonaria a quienes quieran comprar a un precio determinado, por ejemplo a $23, que fue el precio de cierre ayer en el mayorista.
El ex titular del Central, Martín Redrado, ya utilizó ese mecanismo con éxito en el 2008, en medio de la crisis internacional. Allí salió a ofrecer $500 millones para defender la cotización y logró el efecto deseado. Ahora, con un mercado mucho más voluminoso, la oferta de dólares del BCRA debería ser sensiblemente mayor, se especula que entre USD 1.000 y 2.000 millones.
Con la nueva suba de 300 puntos básicos de la tasa de referencia tampoco fue suficiente ayer para contener al tipo de cambio. Pero en medio del nerviosismo generalizado por un dólar que parecía no tener freno llegó una decisión consensuada del equipo económico: dejar de "ponerle el pecho" a la cotización, es decir dejar que el dólar se deslice hasta ver dónde frena.
Así llegó ayer a $23 en la última operación en el mercado mayorista, marcando una suba de 6 por ciento, mientras que en minorista finalizó a $23,30, 9% arriba del precio anterior. No fue un "descuido" oficial ni que los inversores se llevaran todo por delante. Al contrario, las últimas transacciones se hicieron con muy poco volumen.
La idea detrás de dejar que la divisa continúe con su recorrido ascendente es intentar un golpe a quienes especularon en los últimos días y hacerlo retroceder de manera notoria. Por eso, de las conversaciones telefónicas que se cruzaron ayer durante toda la jornada entre el equipo económico y el presidente Mauricio Macri, además de consultas con banqueros locales y del exterior, surgió que lo más lógico era que la situación decante sola, esperando que la cotización haga un "overshooting", es decir se dispare más allá de su nivel de equilibrio para luego reacomodarse.
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Para el Gobierno el dólar ya tuvo un “overshooting”, es decir exageró su aumento respecto al nivel de equilibrio. Sería el momento justo para empujar una caída Según entienden en el Central, pero también muchos operadores del mercado, estaría la situación para que ello "suceda.
El tipo de cambio ya subió mucho, las tasas quedaron altísimas y hay mucha menos liquidez que hace
diez días por las continuas ventas de divisas.
La postura más firme en el Gobierno era permitir que el Central utilice todo su poder de fuego para calmar las aguas antes de que llegue el fin de semana. Se pasaría de una intervención tímida a una mucho más decidida, a través de las ventas en bloque, es decir no poniendo divisas a cuentagotas sino ofreciendo una suma millonaria a quienes quieran comprar a un precio determinado, por ejemplo a $23, que fue el precio de cierre ayer en el mayorista.
El ex titular del Central, Martín Redrado, ya utilizó ese mecanismo con éxito en el 2008, en medio de la crisis internacional. Allí salió a ofrecer $500 millones para defender la cotización y logró el efecto deseado. Ahora, con un mercado mucho más voluminoso, la oferta de dólares del BCRA debería ser sensiblemente mayor, se especula que entre USD 1.000 y 2.000 millones.