Lo que comenzó como un juego casi terminó en tragedia. Es que dos hermanitos de 11 y 13 años de la localidad de San Javier debieron ser hospitalizados como consecuencia de las serias quemaduras que sufrieron en distintas partes del cuerpo al hacer explotar un petardo dentro de un barril de 200 litros que tenía restos de líquido inflamable, presumiblemente combustible.
"Los chicos están internados en el Hospital Pediátrico, uno de ellos entró a quirófano esta mañana, se le realizó un injerto de piel en muslo y, el otro paciente está siendo evaluado por el compromiso oftálmico, ambos están estables", precisó el director de la Unidad Central de Emergencias y Traslados de la provincia Orlando Querencio, en diálogo con el programa Acá te lo Contamos por RadioActiva100.7.
El hecho
El episodio ocurrió el domingo por la tarde en una vivienda ubicada en el predio del Quincho de la Aduana, sobre las calles 3 de Febrero y Belgrano. En la propiedad se encontraban Maximiliano (11) y su hermano Agustín (13), quienes jugaban con varios petardos en un sector del patio.
En un momento determinado, los menores utilizaron un tanque de metal en mal estado que se encontraba en el lugar, sin saber que en su interior había restos de combustible. Y, en el instante en que arrojaron uno de los juegos de artificio dentro del barril, éste estalló y provocó quemaduras en el rostro y gran parte del cuerpo de los pequeños.
La fuerte explosión se escuchó a varios metros a la redonda y alertó a los padres de las criaturas, quienes rápidamente llegaron al lugar y trasladaron por sus propios medios a los heridos hasta el hospital de área local.
Tras un rápido diagnóstico, atento a la gravedad y a una posible complicación en el estado de salud de los hermanos, ambos fueron derivados de urgencia a Posadas.
"Los chicos están internados en el Hospital Pediátrico, uno de ellos entró a quirófano esta mañana, se le realizó un injerto de piel en muslo y, el otro paciente está siendo evaluado por el compromiso oftálmico, ambos están estables", precisó el director de la Unidad Central de Emergencias y Traslados de la provincia Orlando Querencio, en diálogo con el programa Acá te lo Contamos por RadioActiva100.7.
El hecho
El episodio ocurrió el domingo por la tarde en una vivienda ubicada en el predio del Quincho de la Aduana, sobre las calles 3 de Febrero y Belgrano. En la propiedad se encontraban Maximiliano (11) y su hermano Agustín (13), quienes jugaban con varios petardos en un sector del patio.
En un momento determinado, los menores utilizaron un tanque de metal en mal estado que se encontraba en el lugar, sin saber que en su interior había restos de combustible. Y, en el instante en que arrojaron uno de los juegos de artificio dentro del barril, éste estalló y provocó quemaduras en el rostro y gran parte del cuerpo de los pequeños.
La fuerte explosión se escuchó a varios metros a la redonda y alertó a los padres de las criaturas, quienes rápidamente llegaron al lugar y trasladaron por sus propios medios a los heridos hasta el hospital de área local.
Tras un rápido diagnóstico, atento a la gravedad y a una posible complicación en el estado de salud de los hermanos, ambos fueron derivados de urgencia a Posadas.
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