El Presidente convocará a un diálogo multilateral que siente las bases de una histórica reforma institucional. El discurso del jefe de Estado será programático y dejará los detalles técnicos a los distintos ministros del gabinete
No será un Pacto de la Moncloa, ni de Olivos, y mucho menos un Pacto de Gobernabilidad. Mauricio Macri pronunciará hoy en el Centro Cultural Kirchner (CCK) su discurso político más importante para convocar a un diálogo multilateral que siente las bases de una histórica reforma institucional que debería atravesar el poder real de la Argentina e impactar en todas las clases sociales.
El Presidente prepara este plan de gobierno desde hace meses, y aguardaba los resultados electorales para lanzarlo frente a un caracterizado auditorio que incluirá a gobernadores, sindicalistas, jueces, legisladores, rectores, representantes religiosos, empresarios e intendentes. Macri sabe que si este programa prospera, no habría obstáculo político a la vista que trabe su reelección en 2019, con un peronismo fracturado y una economía nacional en pleno ascenso.
El Presidente apuesta a una reducción del déficit fiscal y a un alineamiento de la legislación nacional con las pautas básicas que regulan el funcionamiento de la economía en los países centrales.
El discurso del jefe de Estado será programático y dejará los detalles técnicos a los distintos ministros del gabinete. Habrá referencia a las medidas, pero se espera que Nicolás Dujovne protagonice esta semana una ronda de consultas con cámaras empresariales y organizaciones sindicales para profundizar la información que ya manejan estos factores de poder.
El ministro de Hacienda tiene que explicar cómo será el blanqueo laboral, la fórmula que se propone aplicar para los aumentos jubilatorios, qué impuestos internos se incrementarán y los límites del gravámen a la renta financiera, entre otros aspectos claves de las reformas que se propondrán al Congreso en las sesiones ordinarias de 2018.
El Presidente apuesta a una reducción del déficit fiscal y a un alineamiento de la legislación nacional con las pautas básicas que regulan el funcionamiento de la economía en los países centrales. Macri ha releído un informe de sus asesores que explican cómo se calcula el aumento de las jubilaciones en los 34 estados que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), y en ninguno de ellos se aplica la variable de la recaudación para preservar la capacidad adquisitiva de las jubilaciones y pensiones. El gobierno nacional, si logra consenso político, va hacia esta dirección.
Pero las intenciones de Macri no terminan aquí. En Casa Rosada no descartan una avanzada en la justicia laboral para terminar con el negocio de la "industria del juicio" que une a ciertos magistrados de ese fuero con conocidos estudios que aún tienen relación con la burocracia del Ministerio del Trabajo. No es casualidad que Héctor Recalde, jefe de la bancada kirchnerista y conocido laboralista, haya anunciado que no participará de la convocatoria en el CCK.
No será un Pacto de la Moncloa, ni de Olivos, y mucho menos un Pacto de Gobernabilidad. Mauricio Macri pronunciará hoy en el Centro Cultural Kirchner (CCK) su discurso político más importante para convocar a un diálogo multilateral que siente las bases de una histórica reforma institucional que debería atravesar el poder real de la Argentina e impactar en todas las clases sociales.
El Presidente prepara este plan de gobierno desde hace meses, y aguardaba los resultados electorales para lanzarlo frente a un caracterizado auditorio que incluirá a gobernadores, sindicalistas, jueces, legisladores, rectores, representantes religiosos, empresarios e intendentes. Macri sabe que si este programa prospera, no habría obstáculo político a la vista que trabe su reelección en 2019, con un peronismo fracturado y una economía nacional en pleno ascenso.
El Presidente apuesta a una reducción del déficit fiscal y a un alineamiento de la legislación nacional con las pautas básicas que regulan el funcionamiento de la economía en los países centrales.
El discurso del jefe de Estado será programático y dejará los detalles técnicos a los distintos ministros del gabinete. Habrá referencia a las medidas, pero se espera que Nicolás Dujovne protagonice esta semana una ronda de consultas con cámaras empresariales y organizaciones sindicales para profundizar la información que ya manejan estos factores de poder.
El ministro de Hacienda tiene que explicar cómo será el blanqueo laboral, la fórmula que se propone aplicar para los aumentos jubilatorios, qué impuestos internos se incrementarán y los límites del gravámen a la renta financiera, entre otros aspectos claves de las reformas que se propondrán al Congreso en las sesiones ordinarias de 2018.
El Presidente apuesta a una reducción del déficit fiscal y a un alineamiento de la legislación nacional con las pautas básicas que regulan el funcionamiento de la economía en los países centrales. Macri ha releído un informe de sus asesores que explican cómo se calcula el aumento de las jubilaciones en los 34 estados que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), y en ninguno de ellos se aplica la variable de la recaudación para preservar la capacidad adquisitiva de las jubilaciones y pensiones. El gobierno nacional, si logra consenso político, va hacia esta dirección.
Pero las intenciones de Macri no terminan aquí. En Casa Rosada no descartan una avanzada en la justicia laboral para terminar con el negocio de la "industria del juicio" que une a ciertos magistrados de ese fuero con conocidos estudios que aún tienen relación con la burocracia del Ministerio del Trabajo. No es casualidad que Héctor Recalde, jefe de la bancada kirchnerista y conocido laboralista, haya anunciado que no participará de la convocatoria en el CCK.