Ambas bandas locales serán las encargadas de abrir el mitín rockero del 8 de julio en el Fogón (Av. Centenario c/ Corrientes). Todavía se pueden adquirir las anticipadas con descuento en Vandals (Barrufaldi 1979) y Rincón Musical (San Lorenzo y Córdoba)
SI Darwin se pasease por la Costanera posadeña describiría a Kuria Muria como un reptil. Su evolución a lo largo de estos 20 años haciendo música los llevó de surcar las aguas de ese caldero adolescente de ñu metal noventero, a convertirse en una máquina rockera que deambula entre algo así como el stoner criollo embebido en lo progresivo del metal atmosférico. Un cóctel pesado y denso pero bastante alejado del heavy. Si algún incauto decide atrapar este dinosaurio evolucionado para hacerse un asadito, puede prender el fuego y descorchar un tinto con confianza, unos rebajes sonoros lo llevarán a ambientes casi amables y con aires de chacarera tech. Sin dudas, el mejor chimi para acompañar tanta humareda.
“Nunca salimos de Posadas porque nunca nos propusimos salir y tampoco gestionamos nada para hacerlo”, declara nihilista y contundente Diego Bellocchio, el encargado de marcar el tiempo desde la batería. “Somos amigos desde la secundaria y pasamos juntos x la experimentación sensorial de los sonidos y los ruidos y, lo principal es seguir en ese camino hasta no poder más, espero sea hasta viejitos”.
Decíamos nihilismo, y por ahí va la cosa. Sus letras y actitud en general encajan perfecto con lo que dicta el diccionario al ir por el lado de la “crítica social, política y cultural a los valores, costumbres y creencias de una sociedad, en la medida en que éstas participan del sentido de la vida negado por dicha corriente filosófica”. Tocar entre amigos y tomarse a la banda como un pasatiempo para adultos (al que hay que invertirle tiempo y dinero) es su manera de ver las cosas, nada mal para un dinosaurio que deambula por el fango en una Posadas que muchas veces parece encontrarse en el pleistoceno del rock.
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Si hablamos de escala evolutiva, para hallar las raíces de Ojos Sobre el Mar hay que bucear un poco más hacia atrás, y al futuro también. Una especie de eslabón perdido entre John Zorn y los japoneses de Boris. Dos tocadas de Ojos Sobre el Mar nunca serán iguales, y si tuviesen pasaporte, este bien podría decir “el orden del caos”. Lunáticos, viajados, progresivos, eclécticos y matemáticos, se intercambian bajo y viola casi como uno lo hace con la camiseta, y te llevan a viajes sonoros generalmente acompañados de visuales originales y sugestivas, generando pequeños ambientes experimentales emparentados con lo post del rock y el metal. A eso huele su evolución, a POST.
Con varias piezas grabadas diseminadas en las redes sociales, ambas bandas (que han tocado varias veces juntas y generan una sinergia archi interesante) entregan una propuesta de marcado corte en vivo. Sólo es cuestión de atreverse a pegar el viaje hacia el pasado y el futuro de la música que, por suerte, nunca escucharás en una radio.
Musgo, el copiloto de los copilotos
Un trip como el propuesto por estas tres bandas, necesariamente amerita una red de contención, y para ello está Musgo, que en versión DJ set disparará sonidos y canciones desde el inicio mismo del viaje propuesto por Push Play Discos, un emprendimiento local con serias intenciones de darle a los misioneros un poco de ese rock en vivo (y vivo) que se queda afuera (por suerte) de las fauces de los depredadores de la escena local.
Push Play Discos presenta: Poseidótica en Posadas
Sábado 8 de Julio: 22 Hs.
Invitados: Kuria Muria y Ojos sobre el mar.
Musicaliza: Musgo.
Lugar: El Fogón. Centenario 2547. Posadas. Misiones.
Anticipadas con descuento disponibles a $250 en Vandals (Barrufaldi 1979) y Rincón Musical (San Lorenzo y Córdoba)
SI Darwin se pasease por la Costanera posadeña describiría a Kuria Muria como un reptil. Su evolución a lo largo de estos 20 años haciendo música los llevó de surcar las aguas de ese caldero adolescente de ñu metal noventero, a convertirse en una máquina rockera que deambula entre algo así como el stoner criollo embebido en lo progresivo del metal atmosférico. Un cóctel pesado y denso pero bastante alejado del heavy. Si algún incauto decide atrapar este dinosaurio evolucionado para hacerse un asadito, puede prender el fuego y descorchar un tinto con confianza, unos rebajes sonoros lo llevarán a ambientes casi amables y con aires de chacarera tech. Sin dudas, el mejor chimi para acompañar tanta humareda.
“Nunca salimos de Posadas porque nunca nos propusimos salir y tampoco gestionamos nada para hacerlo”, declara nihilista y contundente Diego Bellocchio, el encargado de marcar el tiempo desde la batería. “Somos amigos desde la secundaria y pasamos juntos x la experimentación sensorial de los sonidos y los ruidos y, lo principal es seguir en ese camino hasta no poder más, espero sea hasta viejitos”.
Decíamos nihilismo, y por ahí va la cosa. Sus letras y actitud en general encajan perfecto con lo que dicta el diccionario al ir por el lado de la “crítica social, política y cultural a los valores, costumbres y creencias de una sociedad, en la medida en que éstas participan del sentido de la vida negado por dicha corriente filosófica”. Tocar entre amigos y tomarse a la banda como un pasatiempo para adultos (al que hay que invertirle tiempo y dinero) es su manera de ver las cosas, nada mal para un dinosaurio que deambula por el fango en una Posadas que muchas veces parece encontrarse en el pleistoceno del rock.
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Si hablamos de escala evolutiva, para hallar las raíces de Ojos Sobre el Mar hay que bucear un poco más hacia atrás, y al futuro también. Una especie de eslabón perdido entre John Zorn y los japoneses de Boris. Dos tocadas de Ojos Sobre el Mar nunca serán iguales, y si tuviesen pasaporte, este bien podría decir “el orden del caos”. Lunáticos, viajados, progresivos, eclécticos y matemáticos, se intercambian bajo y viola casi como uno lo hace con la camiseta, y te llevan a viajes sonoros generalmente acompañados de visuales originales y sugestivas, generando pequeños ambientes experimentales emparentados con lo post del rock y el metal. A eso huele su evolución, a POST.
Con varias piezas grabadas diseminadas en las redes sociales, ambas bandas (que han tocado varias veces juntas y generan una sinergia archi interesante) entregan una propuesta de marcado corte en vivo. Sólo es cuestión de atreverse a pegar el viaje hacia el pasado y el futuro de la música que, por suerte, nunca escucharás en una radio.
Musgo, el copiloto de los copilotos
Un trip como el propuesto por estas tres bandas, necesariamente amerita una red de contención, y para ello está Musgo, que en versión DJ set disparará sonidos y canciones desde el inicio mismo del viaje propuesto por Push Play Discos, un emprendimiento local con serias intenciones de darle a los misioneros un poco de ese rock en vivo (y vivo) que se queda afuera (por suerte) de las fauces de los depredadores de la escena local.
Push Play Discos presenta: Poseidótica en Posadas
Sábado 8 de Julio: 22 Hs.
Invitados: Kuria Muria y Ojos sobre el mar.
Musicaliza: Musgo.
Lugar: El Fogón. Centenario 2547. Posadas. Misiones.
Anticipadas con descuento disponibles a $250 en Vandals (Barrufaldi 1979) y Rincón Musical (San Lorenzo y Córdoba)
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