Pami Misiones salió a dar su versión de los hechos y aseguró que está bien atendida por dicha obra social.
Así lo hizo saber a través de un comunicado donde señaló que “apenas se detectó su traslado” a la ciudad de Jardín América, “fue modificado su árbol prestacional, redirigiéndola a prestadores de Jardín América para los niveles ambulatorio y de internación”.
Sobre el cobro de su jubilación, que Elba no percibiría desde 2016, la UGL local aseguró que según sus registros “la jubilación de la afiliada es cobrada mes a mes por alguien a quien se le extendió un poder oportunamente.
Si bien hemos puesto en conocimiento al Jefe de la Anses, es necesario solamente se exprese por parte de la beneficiaria la intención de que dicho poder sea revocado. El Pami es ajeno a ese trámite, más allá del asesoramiento y las consultas interinstitucionales”. De ser ésto verdad, la duda que surge es quién está cobrando la jubilación de Elba ya que ese dinero no llega a ella, como corresponde.
Desde Pami aseguraron que han enviado al domicilio de la mujer “personal médico y jerárquico del área social” que se encargó de gestionar “documentación que la afiliada no tenía como DNI” y “se la trasladó a una agencia donde se le extendió el carnet de afiliada, el cual también había extraviado y se le notificó su árbol prestacional”.
Pami aseguró que Elba “posee la calificación para recibir medicación gratuita y otros insumos, así como asignaciones sociales de apoyo. Como se encuentra en estado ambulante (no internada) es necesario algún compromiso mínimo de sus familiares en llevarla al médico de cabecera y a la agencia de la localidad para gestionar lo requerido” y remarcó que “sin pedido médico no podemos habilitar la entrega de medicamentos, pañales o el insumo que fuese” debido a que se trata “de un afiliado ambulante, no internado”.
Sobre la posibilidad de que sea trasladada a una residencia geriátrica, a lo que Elba se opone, Pami señaló que “respetamos sin réplicas el deseo de mantenerse con sus familiares”, pero “ante la situación de precariedad expuesta”, fue que se le ofreció dicha posibilidad, ya que desde allí, “podríamos gestionar desde la UGL en forma directa cualquiera de estos elementos pendientes”.
Para finalizar, Pami reconoció que “es imposible realizar un seguimiento personalizado de cada uno de los más de 110.000 afiliados ambulantes, muchos de ellos en estado de vulnerabilidad agravado por el lugar de residencia o cuestiones culturales”.
Así lo hizo saber a través de un comunicado donde señaló que “apenas se detectó su traslado” a la ciudad de Jardín América, “fue modificado su árbol prestacional, redirigiéndola a prestadores de Jardín América para los niveles ambulatorio y de internación”.Sobre el cobro de su jubilación, que Elba no percibiría desde 2016, la UGL local aseguró que según sus registros “la jubilación de la afiliada es cobrada mes a mes por alguien a quien se le extendió un poder oportunamente.
Si bien hemos puesto en conocimiento al Jefe de la Anses, es necesario solamente se exprese por parte de la beneficiaria la intención de que dicho poder sea revocado. El Pami es ajeno a ese trámite, más allá del asesoramiento y las consultas interinstitucionales”. De ser ésto verdad, la duda que surge es quién está cobrando la jubilación de Elba ya que ese dinero no llega a ella, como corresponde.
Desde Pami aseguraron que han enviado al domicilio de la mujer “personal médico y jerárquico del área social” que se encargó de gestionar “documentación que la afiliada no tenía como DNI” y “se la trasladó a una agencia donde se le extendió el carnet de afiliada, el cual también había extraviado y se le notificó su árbol prestacional”.
Pami aseguró que Elba “posee la calificación para recibir medicación gratuita y otros insumos, así como asignaciones sociales de apoyo. Como se encuentra en estado ambulante (no internada) es necesario algún compromiso mínimo de sus familiares en llevarla al médico de cabecera y a la agencia de la localidad para gestionar lo requerido” y remarcó que “sin pedido médico no podemos habilitar la entrega de medicamentos, pañales o el insumo que fuese” debido a que se trata “de un afiliado ambulante, no internado”.
Sobre la posibilidad de que sea trasladada a una residencia geriátrica, a lo que Elba se opone, Pami señaló que “respetamos sin réplicas el deseo de mantenerse con sus familiares”, pero “ante la situación de precariedad expuesta”, fue que se le ofreció dicha posibilidad, ya que desde allí, “podríamos gestionar desde la UGL en forma directa cualquiera de estos elementos pendientes”.
Para finalizar, Pami reconoció que “es imposible realizar un seguimiento personalizado de cada uno de los más de 110.000 afiliados ambulantes, muchos de ellos en estado de vulnerabilidad agravado por el lugar de residencia o cuestiones culturales”.
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