A principios del torneo de la presente B Nacional no se hablaba de un Crucero que pudiera pelear por llegar nuevamente a Primera División. Pero tampoco de que estuviera peleando el descenso. Lentamente, todo comenzó a cambiar y hoy puede concretarse ese inesperado descenso. Inesperado por el promedio que tenía pero teniendo en cuenta su rendimiento en el último tiempo, totalmente lógico.
Se fue ”Pico” Salinas por falta de resultados positivos, el mismo que había hecho una gran campaña con jugadores muy jóvenes y sin tanto renombre. La solución era traer a un conocedor de la categoría como Héctor Rivoira. Evidentemente no era la solución y con un poco más de un puñado de partidos, el “Chulo” también se tuvo que ir.
Llegó Lippi y la cosa tampoco cambió. En medio de esta danza de cambios, Crucero se comía técnicos como nada pero también un colchón de puntos que hacían suponer que el descenso, para este torneo, no debía ser tenido en cuenta. Hoy, solamente 90 minutos separan al Colectivero del Federal A y ni siquiera es un partido en donde pueda tener protagonismo. A las 21:05 juegan Juventud Unida y Estudiantes de San Luis en Gualeguaychú en el cierre de la fecha 45 de la B Nacional.
Si los entrerrianos ganan, el descenso del equipo misionero se habrá concretado. Una victoria de los puntanos o un empate le da vida aún al equipo misionero. Pero siempre dependerá de otros resultados, ya que en la última fecha le deberá ganar a Gimnasia de Jujuy y esperar otra caída de Juventud que juega con Douglas Haig.
Situación inesperada
Fueron tan malos los resultados en el presente torneo, que de los 43 partidos disputados hasta ahora (resta una fecha) Crucero solamente ganó 8, empató 15 y el resto fue derrota, 20 juegos. De visitante nunca pudo ganar y no lo hace desde el 4 de junio del 2016, en otro campeonato. Empató seis veces y perdió 16. Jugando en Santa Inés ganó esos ocho partidos e igualó en 7 oportunidades mientras que perdió 6 veces. Esos números indiscutidamente lo fueron llevando a estar entre las cuerdas, pero hace unas semanas todavía dependía de sí mismo pero tras perder con Juventud en Misiones todo quedó en manos de los demás.
Como si fuera poco, debía ganar todo lo que quedaba y esperar, esa combinación fue mucho y con la derrota del sábado en Lomas de Zamora, el equipo anímicamente parece descendido. Solo un milagro lo deja en la categoría y aunque no lo digan, es lo que se siente por el mundo crucerista.
¿Que tendría que pasar exactamente para que Crucero no descienda hoy o en la fecha que viene? Solo un milagro. Que Juventud solo sume un punto de los seis posibles que tiene y que los dirigidos por Lippi ganen en la última fecha. Si hay descenso, será el fin a más de cuatro año en la B Nacional para los de la tierra colorada y pensar que en 2015 jugó en la máxima categoría pero aquellos tiempos están cada vez más lejos.
Foto: Club Los Andes
Se fue ”Pico” Salinas por falta de resultados positivos, el mismo que había hecho una gran campaña con jugadores muy jóvenes y sin tanto renombre. La solución era traer a un conocedor de la categoría como Héctor Rivoira. Evidentemente no era la solución y con un poco más de un puñado de partidos, el “Chulo” también se tuvo que ir.Llegó Lippi y la cosa tampoco cambió. En medio de esta danza de cambios, Crucero se comía técnicos como nada pero también un colchón de puntos que hacían suponer que el descenso, para este torneo, no debía ser tenido en cuenta. Hoy, solamente 90 minutos separan al Colectivero del Federal A y ni siquiera es un partido en donde pueda tener protagonismo. A las 21:05 juegan Juventud Unida y Estudiantes de San Luis en Gualeguaychú en el cierre de la fecha 45 de la B Nacional.
Si los entrerrianos ganan, el descenso del equipo misionero se habrá concretado. Una victoria de los puntanos o un empate le da vida aún al equipo misionero. Pero siempre dependerá de otros resultados, ya que en la última fecha le deberá ganar a Gimnasia de Jujuy y esperar otra caída de Juventud que juega con Douglas Haig.
Situación inesperada
Fueron tan malos los resultados en el presente torneo, que de los 43 partidos disputados hasta ahora (resta una fecha) Crucero solamente ganó 8, empató 15 y el resto fue derrota, 20 juegos. De visitante nunca pudo ganar y no lo hace desde el 4 de junio del 2016, en otro campeonato. Empató seis veces y perdió 16. Jugando en Santa Inés ganó esos ocho partidos e igualó en 7 oportunidades mientras que perdió 6 veces. Esos números indiscutidamente lo fueron llevando a estar entre las cuerdas, pero hace unas semanas todavía dependía de sí mismo pero tras perder con Juventud en Misiones todo quedó en manos de los demás.
Como si fuera poco, debía ganar todo lo que quedaba y esperar, esa combinación fue mucho y con la derrota del sábado en Lomas de Zamora, el equipo anímicamente parece descendido. Solo un milagro lo deja en la categoría y aunque no lo digan, es lo que se siente por el mundo crucerista.
¿Que tendría que pasar exactamente para que Crucero no descienda hoy o en la fecha que viene? Solo un milagro. Que Juventud solo sume un punto de los seis posibles que tiene y que los dirigidos por Lippi ganen en la última fecha. Si hay descenso, será el fin a más de cuatro año en la B Nacional para los de la tierra colorada y pensar que en 2015 jugó en la máxima categoría pero aquellos tiempos están cada vez más lejos.
Foto: Club Los Andes
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