Buscan en Misiones al piloto de la avioneta narco baleada el domingo en Buenos Aires

Un informe de inteligencia indica que el prófugo, de 33 años, se moviliza en un Ford Focus por la ruta nacional 14, rumbo a Paraguay. La aeronave había sido abandonada por un argentino cerca de Encarnación, en febrero último.

La permeable frontera misionera con Paraguay parece ser el objetivo del piloto de la “narcoavioneta” interceptada a balazos el último domingo en el norte de Buenos Aires por Gendarmería Nacional. Eso, al menos, es lo que asegura un informe reservado de inteligencia que llegó ayer a las fuerzas de seguridad que trabajan en la provincia, y que indica que el único prófugo que tiene la causa maneja por la ruta nacional 14 en dirección al país vecino.

El acusado, de 33 años, es argentino, pese a las primeras informaciones que decían que era oriundo de Brasil.

El individuo se trasladaría en un Ford Focus radicado en Berazategui, Buenos Aires, por la mencionada arteria y en dirección al norte.

Ante esa información es que desde el Ministerio de Seguridad de la Nación se emitió un alerta hacia Entre Ríos, Corrientes y Misiones. Más allá de que todo indica que circula por la ruta nacional 14, no se descarta que desvíe por rutas provinciales o caminos vecinales para llegar a destino. Tampoco que pueda cruzar a Brasil, más allá de que la principal teoría sea la de alcanzar suelo paraguayo.

El “narcopiloto” es buscado desde el último domingo, luego de que la avioneta de matrícula uruguaya que guiaba fue sorprendida intentando repostar combustible en un campo de San Andrés de Giles, a 100 kilómetros de Capital Federal pero a solo 60 de Zárate, en el límite entre Buenos Aires y Entre Ríos.

La investigación encabezada desde hace meses por el fiscal federal de Formosa, Luis Benítez, derivó en que efectivos de Gendarmería y otras fuerzas aguardaran en ese campo por la llegada de la aeronave.

Una vez que aterrizó, ante la voz de alto, la misma logró despegar en medio de una lluvia de disparos, aunque como no pudo recargar combustible, debió posarse minutos más tarde y de emergencia en un campo de San Antonio de Areco, a 30 kilómetros de donde se montó el operativo principal.

Cuando los uniformados llegaron, el piloto había abandonado la zona. Se supo luego que allí se habría hecho pasar por brasilero y así tomó un remís con el que se fugó de la escena. En la avioneta, tal como se sospechaba, los gendarmes encontraron 455 kilogramos de marihuana.

Una serie de allanamientos derivó en la detención de seis integrantes de la banda, cinco paraguayos y un formoseño, todos domiciliados en Formosa. En principio se cree que la avioneta partió directamente desde Paraguay hasta el lugar donde intentaba recargar el tanque de alimentación, aunque todo es aún materia de investigación.

Cerca de Encarnación
Llamativamente, la avioneta secuestrada el domingo en Buenos Aires tras la balacera fue noticia en febrero pasado en Misiones en la zona. En ese entonces.

La crónica indica que la misma aeronave, una Piper modelo PA-23-35, celeste y blanca, y de matrícula uruguaya CX-BDR, aterrizó de emergencia el viernes 10 de febrero pasado en el aeródromo de Jesús de Tavarangüe, a 40 kilómetros de Encarnación.

De la misma descendió un argentino, quien poseía un boleto de permanencia de la misma en Paraguay, emitido por la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil de aquel país. El piloto dijo que debió aterrizar “por desperfectos mecánicos y estructurales”, que viajaría a Brasil y que en pocos días llegaría a Jesús un mecánico que trabajaría en la máquina. Eso, al parecer, nunca sucedió.

La Justicia argentina investiga ahora cómo, después de ese episodio, la avioneta apareció a más de mil kilómetros y con media tonelada de marihuana.
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