La mujer de 40 años, oriunda de Garupá, y el joven de 21 nacido en Encarnación (Paraguay) llevaban 134 kilos de marihuana escondidos en un vehículo. Ya son 6 los comprovincianos atrapados con estupefacientes este año en el vecino país.
La tentación del “dinero fácil” y la permeable frontera misionera se transformaron en un cóctel adictivo para una mujer oriunda de Garupá que fue detenida el mes pasado en Brasil con un cargamento de 134 kilogramos de marihuana oculto en un automóvil.
Lamentablemente no es una excepción: se trata del sexto misionero arrestado en Brasil por narcotráfico en lo que va del año.
El preocupante aumento de “mulas” misioneras quedó nuevamente reflejado en ese número, vinculado particularmente a la ruta de la droga a Uruguay, donde el estupefaciente tiene un valor más de veinte veces superior al que se consigue del otro lado del río Paraná, en Paraguay.
Mediante fuentes en Brasil, se pudo saber que la mujer -de aproximadamente 40 años- fue interceptada a mediados de abril cuando viajaba con su hijo de 21, nacido en Encarnación. Al menos eso es lo que las autoridades brasileras pudieron establecer en base a los documentos que presentaron los imputados.
El dúo circulaba al mando de un Volkswagen Fox por la ruta nacional BR-158 que fue detenido para un control de rutina en el puesto de la Policía Rodoviaria Federal (PRF) de Santana do Livramento, a diez kilómetros del casco urbano de la localidad homónima.
Esa ciudad tiene una particularidad que resulta determinante a los fines del narcotráfico: está “conurbanada” -es decir, unida- con su similar de Rivera, ya en territorio uruguayo. Ambas conforman una gran mancha urbana que nuclea a 160 mil habitantes. La línea fronteriza internacional -frontera seca- pasa por el medio, en pleno centro de la ciudad, por lo que controlar quién entra y quién sale de Brasil o Uruguay es imposible.?
Las fiscalizaciones aduaneras y de las fuerzas de seguridad se realizan recién en puestos de control ubicados sobre las rutas que llegan hacia las “ciudades hermanas”.
Fue justamente en uno de esos puestos donde la mujer, oriunda de Garupá, acabó su viaje. Los efectivos de la PRF encendieron sus sospechas sobre el VW?Fox y decidieron realizar una fiscalización más profunda.
Abrieron entonces primeramente el “torpedo” del habitáculo. Allí, en el sector donde debería haber estado la bolsa del airbag del acompañante, encontraron lo que buscaban: una treintena de “miniladrillos” de marihuana compactada.
Esa fue la “punta del ovillo” para lo que vendría después. Los “panes” del estupefaciente continuaron emergiendo, sobre todo detrás del paragolpes trasero, hasta alcanzar un total de 250 unidades.
Fueron 134 kilogramos de marihuana los secuestrados por los efectivos brasileros. Todos los indicios apuntan a que la droga tenía a Uruguay como destino, mismo final del recorrido que perseguirían los otros cinco misioneros apresados en lo que va del año.
El valor de la marihuana en aquel país, no sólo para consumo, si no también para posterior transporte por vía aérea a Europa, se transforma en argumento válido para quienes se arriesgan a perder, incluso, su libertad.
Madre e hijo fueron imputados por el delito de “tráfico internacional de estupefacientes” y aguardan ahora en una penitenciaría del sur de Brasil, a casi 600 kilómetros de Misiones, por la audiencia que definirá su futuro procesal.
Antecedentes
Alrededor de las 18 del domingo 8 de enero, dos taxistas oriundos de Puerto Iguazú, ambos de 22 años, fueron detenidos a dos kilómetros de la localidad brasilera de Chuí, que tiene frontera seca y está hermanada con su par, Chuy, del lado uruguayo.
Los misioneros iban en un Citroën C-4 que llevaba ocultos 114 “ladrillos”?de marihuana en un doble fondo instalado en el baúl. En total se secuestraron 100 kilogramos de “cannabis sativa”.
En la mañana del domingo 5 de marzo, una pareja domiciliada en Candelaria que viajaba con sus dos hijos menores fue interceptada por las autoridades brasileras en el pequeño poblado de Seberi, a unos 110 kilómetros de la frontera El Soberbio-Porto Soberbo.
Iban en un VW Vento y lo curioso es que en el mismo control también cayó un Honda City en el que viajaba otra pareja, ambos de Encarnación.
La marihuana secuestrada en ambos vehículos alcanzó los 250 kilos.
Antes de la mujer que cayó con su hijo en Santana do Livramento, el último caso que tuvo a misioneros involucrados se registró en la mañana del miércoles 5 de abril, nuevamente en Seberi, sobre la ruta nacional BR-386.
El detenido en la oportunidad fue un posadeño de 45 años que iba al mando de un Renault Sandero “tapizado” con 350 “ladrillos” de marihuana. Como acompañante llevaba a una mujer paraguaya. La patente del auto estaba registrada en Chascomús.
La tentación del “dinero fácil” y la permeable frontera misionera se transformaron en un cóctel adictivo para una mujer oriunda de Garupá que fue detenida el mes pasado en Brasil con un cargamento de 134 kilogramos de marihuana oculto en un automóvil.
Lamentablemente no es una excepción: se trata del sexto misionero arrestado en Brasil por narcotráfico en lo que va del año.
El preocupante aumento de “mulas” misioneras quedó nuevamente reflejado en ese número, vinculado particularmente a la ruta de la droga a Uruguay, donde el estupefaciente tiene un valor más de veinte veces superior al que se consigue del otro lado del río Paraná, en Paraguay.
Mediante fuentes en Brasil, se pudo saber que la mujer -de aproximadamente 40 años- fue interceptada a mediados de abril cuando viajaba con su hijo de 21, nacido en Encarnación. Al menos eso es lo que las autoridades brasileras pudieron establecer en base a los documentos que presentaron los imputados.
El dúo circulaba al mando de un Volkswagen Fox por la ruta nacional BR-158 que fue detenido para un control de rutina en el puesto de la Policía Rodoviaria Federal (PRF) de Santana do Livramento, a diez kilómetros del casco urbano de la localidad homónima.
Esa ciudad tiene una particularidad que resulta determinante a los fines del narcotráfico: está “conurbanada” -es decir, unida- con su similar de Rivera, ya en territorio uruguayo. Ambas conforman una gran mancha urbana que nuclea a 160 mil habitantes. La línea fronteriza internacional -frontera seca- pasa por el medio, en pleno centro de la ciudad, por lo que controlar quién entra y quién sale de Brasil o Uruguay es imposible.?
Las fiscalizaciones aduaneras y de las fuerzas de seguridad se realizan recién en puestos de control ubicados sobre las rutas que llegan hacia las “ciudades hermanas”.
Fue justamente en uno de esos puestos donde la mujer, oriunda de Garupá, acabó su viaje. Los efectivos de la PRF encendieron sus sospechas sobre el VW?Fox y decidieron realizar una fiscalización más profunda.
Abrieron entonces primeramente el “torpedo” del habitáculo. Allí, en el sector donde debería haber estado la bolsa del airbag del acompañante, encontraron lo que buscaban: una treintena de “miniladrillos” de marihuana compactada.
Esa fue la “punta del ovillo” para lo que vendría después. Los “panes” del estupefaciente continuaron emergiendo, sobre todo detrás del paragolpes trasero, hasta alcanzar un total de 250 unidades.
Fueron 134 kilogramos de marihuana los secuestrados por los efectivos brasileros. Todos los indicios apuntan a que la droga tenía a Uruguay como destino, mismo final del recorrido que perseguirían los otros cinco misioneros apresados en lo que va del año.
El valor de la marihuana en aquel país, no sólo para consumo, si no también para posterior transporte por vía aérea a Europa, se transforma en argumento válido para quienes se arriesgan a perder, incluso, su libertad.
Madre e hijo fueron imputados por el delito de “tráfico internacional de estupefacientes” y aguardan ahora en una penitenciaría del sur de Brasil, a casi 600 kilómetros de Misiones, por la audiencia que definirá su futuro procesal.
Antecedentes
Alrededor de las 18 del domingo 8 de enero, dos taxistas oriundos de Puerto Iguazú, ambos de 22 años, fueron detenidos a dos kilómetros de la localidad brasilera de Chuí, que tiene frontera seca y está hermanada con su par, Chuy, del lado uruguayo.
Los misioneros iban en un Citroën C-4 que llevaba ocultos 114 “ladrillos”?de marihuana en un doble fondo instalado en el baúl. En total se secuestraron 100 kilogramos de “cannabis sativa”.
En la mañana del domingo 5 de marzo, una pareja domiciliada en Candelaria que viajaba con sus dos hijos menores fue interceptada por las autoridades brasileras en el pequeño poblado de Seberi, a unos 110 kilómetros de la frontera El Soberbio-Porto Soberbo.
Iban en un VW Vento y lo curioso es que en el mismo control también cayó un Honda City en el que viajaba otra pareja, ambos de Encarnación.
La marihuana secuestrada en ambos vehículos alcanzó los 250 kilos.
Antes de la mujer que cayó con su hijo en Santana do Livramento, el último caso que tuvo a misioneros involucrados se registró en la mañana del miércoles 5 de abril, nuevamente en Seberi, sobre la ruta nacional BR-386.
El detenido en la oportunidad fue un posadeño de 45 años que iba al mando de un Renault Sandero “tapizado” con 350 “ladrillos” de marihuana. Como acompañante llevaba a una mujer paraguaya. La patente del auto estaba registrada en Chascomús.
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