Marciana F. (63) degolló a su hermana de un machetazo en Colonia Mado, el 21 de marzo.
Desde un primer momento la mujer aseguró que había actuado en defensa propia. Ayer, el juez de Instrucción Uno de Eldorado, Roberto Saldaña, la excarceló por falta de mérito. Ya está de nuevo en su casa del barrio Pueblo Nuevo.
La mujer aseguró en su indagatoria que se defendió de su hermano. Deslizó que si no lo hacía, la fallecida hubiera sido ella.
Declaró que ese martes por la mañana su hermano llegó desde el Paraguay, ya ebrio. Apuntó que hacía dos años que no se veían. Comieron y ambos consumieron bebidas alcohólicas. En este punto, dijo que José siempre le pedía plata y que en esa ocasión no fue la excepción. Claro, juró, esta vez el hermano se descontroló totalmente.
De acuerdo con Marciana, en determinado momento, José dio vuelta la casa, le tiró comida y hasta amagó con estrangularla si no le daba algunos billetes. Entonces, contó, se produjo un forcejeo, en medio del cual ella tomó el machete y le asestó un corte a su pariente.
José llegó muerto al Samic de Eldorado, con la yugular seccionada. Marciana se quedó en su casa. Los vecinos la rodearon para consolarla. Ella les contó la misma versión que luego repetiría ante el juez Saldaña. Versión que ahora le valió la libertad.
Desde un primer momento la mujer aseguró que había actuado en defensa propia. Ayer, el juez de Instrucción Uno de Eldorado, Roberto Saldaña, la excarceló por falta de mérito. Ya está de nuevo en su casa del barrio Pueblo Nuevo.
La mujer aseguró en su indagatoria que se defendió de su hermano. Deslizó que si no lo hacía, la fallecida hubiera sido ella.
Declaró que ese martes por la mañana su hermano llegó desde el Paraguay, ya ebrio. Apuntó que hacía dos años que no se veían. Comieron y ambos consumieron bebidas alcohólicas. En este punto, dijo que José siempre le pedía plata y que en esa ocasión no fue la excepción. Claro, juró, esta vez el hermano se descontroló totalmente.
De acuerdo con Marciana, en determinado momento, José dio vuelta la casa, le tiró comida y hasta amagó con estrangularla si no le daba algunos billetes. Entonces, contó, se produjo un forcejeo, en medio del cual ella tomó el machete y le asestó un corte a su pariente.
José llegó muerto al Samic de Eldorado, con la yugular seccionada. Marciana se quedó en su casa. Los vecinos la rodearon para consolarla. Ella les contó la misma versión que luego repetiría ante el juez Saldaña. Versión que ahora le valió la libertad.
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