Abd Alkader Habak estaba fotografiando la evacuación de los civiles cerca de Alepo, cuando ocurrió el ataque con coche bomba que dejó más de 100 muertos. Su foto, en la que llora sin consuelo, recorrió el mundo. IMÁGENES SENSIBLES
La imagen de un fotógrafo llorando arrodillado cerca de un niño muerto tras un sangriento ataque contra civiles en Siria recorrió el mundo y se convirtió en el símbolo de la violencia del conflicto.
La toma muestra al fotógrafo sirio Abd Alkader Habak, quien junto con otros colegas se encontraba en Al Rashidin, una periferia chiita al oeste de la ciudad de Alepo, para documentar la evacuación de los civiles de las ciudades asediadas por la guerra en Siria.
Habak estaba en ese lugar cuando ocurrió la explosión de un coche bomba que dejó más de 100 muertos, entre los cuales al menos 68 eran niños.
La imagen de un fotógrafo llorando arrodillado cerca de un niño muerto tras un sangriento ataque contra civiles en Siria recorrió el mundo y se convirtió en el símbolo de la violencia del conflicto.
La toma muestra al fotógrafo sirio Abd Alkader Habak, quien junto con otros colegas se encontraba en Al Rashidin, una periferia chiita al oeste de la ciudad de Alepo, para documentar la evacuación de los civiles de las ciudades asediadas por la guerra en Siria.
Habak estaba en ese lugar cuando ocurrió la explosión de un coche bomba que dejó más de 100 muertos, entre los cuales al menos 68 eran niños.
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