El grupo terrorista ISIS (el autodenominado Estado Islámico) lleva tiempo utilizando drones para seguir sembrando el terror y el pánico en sus principales zonas de actuación: Siria e Irak. Entre las marcas empleadas, se encuentra DJI, cuyos modelos Phantom parecen estar en el punto de mira de los terroristas para su uso como herramientas de ataque, lanzando granadas desde el aire sobre militares y población civil.
Consciente de esto, afirman en engadget, la compañía china ha decidido tomar cartas en el asunto e intentar poner remedio con el bloqueo por software de sus aparatos en los países de conflicto señalados. De esta forma, sus drones no podrán alzar el vuelo ni en Irak ni en Siria, donde DJI los ha bloqueado con el lanzamiento de una actualización de su app que los inutiliza en este sentido. Desgraciadamente, para que el bloqueo sea efectivo, es necesario instalar dicho paquete -cosa que, obviamente, no harán allí-, por lo que prácticamente solo funcionará con los drones nuevos que se adquieran a partir de ahora.
Aunque la compañía asiática no ha querido hacer declaraciones sobre esta decisión, unos meses atrás sí que se manifestó, tras un ataque en el que se demostró que se había utilizado uno de sus drones: "El uso de la tecnología de drones para dañar a alguien es deplorable. Cualquier pérdida de vidas o lesiones de tal manera es trágica. Aquellos que llevan a cabo tales actos deben ser procesados hasta el máximo de la ley", apuntaba por entonces.
No es la primera vez que DJI activa las llamadas en inglés NFZ ("no-fly zones"). Como bien indican en The Register, la firma con sede en Shenzhen también ha inhabilitado con anterioridad (también por software) el vuelo de sus drones en Tiananmen Square (la polémica plaza de Pekín, China), en muchos de los aeropuertos de EEUU y en determinadas zonas puntuales de Reino Unido, incluyendo prisiones, centros de detención de inmigrantes o el estadio de fútbol del Stoke City en Stoke-on-Trent, entre otros.
Consciente de esto, afirman en engadget, la compañía china ha decidido tomar cartas en el asunto e intentar poner remedio con el bloqueo por software de sus aparatos en los países de conflicto señalados. De esta forma, sus drones no podrán alzar el vuelo ni en Irak ni en Siria, donde DJI los ha bloqueado con el lanzamiento de una actualización de su app que los inutiliza en este sentido. Desgraciadamente, para que el bloqueo sea efectivo, es necesario instalar dicho paquete -cosa que, obviamente, no harán allí-, por lo que prácticamente solo funcionará con los drones nuevos que se adquieran a partir de ahora.
Aunque la compañía asiática no ha querido hacer declaraciones sobre esta decisión, unos meses atrás sí que se manifestó, tras un ataque en el que se demostró que se había utilizado uno de sus drones: "El uso de la tecnología de drones para dañar a alguien es deplorable. Cualquier pérdida de vidas o lesiones de tal manera es trágica. Aquellos que llevan a cabo tales actos deben ser procesados hasta el máximo de la ley", apuntaba por entonces.
No es la primera vez que DJI activa las llamadas en inglés NFZ ("no-fly zones"). Como bien indican en The Register, la firma con sede en Shenzhen también ha inhabilitado con anterioridad (también por software) el vuelo de sus drones en Tiananmen Square (la polémica plaza de Pekín, China), en muchos de los aeropuertos de EEUU y en determinadas zonas puntuales de Reino Unido, incluyendo prisiones, centros de detención de inmigrantes o el estadio de fútbol del Stoke City en Stoke-on-Trent, entre otros.
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