Real Madrid dejó escapar el liderato (tiene un partido menos ante el Celta) porque logró un empate in extremis ante Las Palmas. El equipo de Zidane volvió a mostrar muchas carencias y sólo la épica esquivó una derrota (3-3).
Zidane movió el árbol del Madrid metiendo en el once inicial a Isco, Morata, Nacho y Kovacic con la idea de meter una dosis de adrenalina al equipo para recibir a Las Palmas. Una idea que no cuajó en el primer tiempo. Pese a que Isco hizo el primer tanto a los ocho minutos, después el Madrid entró en modo modorra porque su rival comenzó a mover el balón con criterio, ocupando los espacios con inteligencia y haciendo correr al oponente.
Con esta receta empató Las Palmas por medio de Tana. Un golazo, después de un gran reverso sobre Sergio Ramos y un zambombazo casi a la escuadra. Creció Las Palmas y retó al Madrid a un partido abierto, de ida y vuelta a sabiendas de que hay más pólvora en los blancos. En ese intercambio llegó la sorpresa. Las Palmas fue mejor y comenzó una especie de rondo que no encontró el premio del gol.
En la segunda parte pasó todo. Bale cometió un error de bulto al empujar a Viera que le costó la cartulina roja. El Madrid se quedó con uno menos y esa inferioridad le pasó factura. Si ya tenía dificultades para controlar el partido esa baja fue letal. Para colmo de los blancos, Sergio Ramos cometió un claro penalti al realizar un paradón en un disparo de Boateng. El tanto de Viera hizo que el sistema nervioso del Madrid se pasase de revoluciones.
En medio del caos, Las Palmas encontró el tercero, con media hora por delante. Otra vez le tocó remar al Madrid y encontró el empate en un arreón clásico final. Cristiano acortó la desventaja por un penalti por manos de Simón y el propio CR arrancó un punto en una acción a balón parado.
Zidane movió el árbol del Madrid metiendo en el once inicial a Isco, Morata, Nacho y Kovacic con la idea de meter una dosis de adrenalina al equipo para recibir a Las Palmas. Una idea que no cuajó en el primer tiempo. Pese a que Isco hizo el primer tanto a los ocho minutos, después el Madrid entró en modo modorra porque su rival comenzó a mover el balón con criterio, ocupando los espacios con inteligencia y haciendo correr al oponente.
Con esta receta empató Las Palmas por medio de Tana. Un golazo, después de un gran reverso sobre Sergio Ramos y un zambombazo casi a la escuadra. Creció Las Palmas y retó al Madrid a un partido abierto, de ida y vuelta a sabiendas de que hay más pólvora en los blancos. En ese intercambio llegó la sorpresa. Las Palmas fue mejor y comenzó una especie de rondo que no encontró el premio del gol.
En la segunda parte pasó todo. Bale cometió un error de bulto al empujar a Viera que le costó la cartulina roja. El Madrid se quedó con uno menos y esa inferioridad le pasó factura. Si ya tenía dificultades para controlar el partido esa baja fue letal. Para colmo de los blancos, Sergio Ramos cometió un claro penalti al realizar un paradón en un disparo de Boateng. El tanto de Viera hizo que el sistema nervioso del Madrid se pasase de revoluciones.
En medio del caos, Las Palmas encontró el tercero, con media hora por delante. Otra vez le tocó remar al Madrid y encontró el empate en un arreón clásico final. Cristiano acortó la desventaja por un penalti por manos de Simón y el propio CR arrancó un punto en una acción a balón parado.
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