La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) agencia de la ONU que -por pedido de Argentina- organiza el proceso para reemplazar al Tango 01, fijó al 22 de febrero como fecha límite para la presentación de ofertas que, según confirmaron especialistas, no superarían las cinco aeronaves.
Según fuentes calificadas en la materia, no existen muchos Boeing Bussines Jet (BBJ) usados como pretende encontrar Presidencia de la Nación y, más allá del modelo, los oferentes deberán satisfacer un pliego de 22 páginas, lo que reduciría más la oferta.
"Una vez que reciben las ofertas, conforman una comisión de adjudicación en OACI y aclaran todas las dudas sobre cursos, mantenimiento y van realizando preguntas hasta completar un informe. Envían ese informe a Presidencia con las opciones que consideran más viables, y es Presidencia quien decide a quien le compra", señaló una fuente en diálogo con Télam.
El plazo entre el cierre de las ofertas y el envío del informe sería de 30 días, indicaron.
Un estudio especial preparado para definir la cuestión estima que son cinco las aeronaves que pueden ser ofertadas, con modelos 1999, 2000, 2001 y 2016.
La más nueva de estas aeronaves, perteneciente a Asian Sky Group, radicada en Hong Kong, tiene una capacidad para 16 pasajeros y más de 11 mil kilómetros de autonomía, algo fundamental para las aspiraciones de la Presidencia para volar hasta Europa sin realizar escalas.
El de mayor antigüedad, datado en 1999, tiene una configuración de 30 asientos y cuenta con un dormitorio en suite, otro de los pedidos que deben completar los oferentes.
En noviembre pasado, la OACI había recomendado a la Argentina buscar que el reemplazo del Boeing 757 sea un Boeing 737 con configuración ejecutiva y un valor cercano a los 50 millones de dólares.
El 737/75G es similar a los 737/800 que ya opera Aerolíneas Argentinas, por lo que sus mantenimientos serían más accesibles.
Ese modelo está equipado con un sistema de tanques auxiliares de combustible para extender su alcance hasta casi los 11.000 kilómetros (la distancia aproximada entre Buenos Aires y Madrid), equivalente a una autonomía de once horas y media de vuelo.
En este punto, el posible nuevo avión presidencial aventajará al 757/200, que tiene un alcance de poco más de 8.000 kilómetros.
Además, el 757 requería un mayor largo de pista para operar, lo que lo restringía para aterrizar en muchas pistas del interior del país o regionales.
Según fuentes calificadas en la materia, no existen muchos Boeing Bussines Jet (BBJ) usados como pretende encontrar Presidencia de la Nación y, más allá del modelo, los oferentes deberán satisfacer un pliego de 22 páginas, lo que reduciría más la oferta.
"Una vez que reciben las ofertas, conforman una comisión de adjudicación en OACI y aclaran todas las dudas sobre cursos, mantenimiento y van realizando preguntas hasta completar un informe. Envían ese informe a Presidencia con las opciones que consideran más viables, y es Presidencia quien decide a quien le compra", señaló una fuente en diálogo con Télam.
El plazo entre el cierre de las ofertas y el envío del informe sería de 30 días, indicaron.
Un estudio especial preparado para definir la cuestión estima que son cinco las aeronaves que pueden ser ofertadas, con modelos 1999, 2000, 2001 y 2016.
La más nueva de estas aeronaves, perteneciente a Asian Sky Group, radicada en Hong Kong, tiene una capacidad para 16 pasajeros y más de 11 mil kilómetros de autonomía, algo fundamental para las aspiraciones de la Presidencia para volar hasta Europa sin realizar escalas.
El de mayor antigüedad, datado en 1999, tiene una configuración de 30 asientos y cuenta con un dormitorio en suite, otro de los pedidos que deben completar los oferentes.
En noviembre pasado, la OACI había recomendado a la Argentina buscar que el reemplazo del Boeing 757 sea un Boeing 737 con configuración ejecutiva y un valor cercano a los 50 millones de dólares.
El 737/75G es similar a los 737/800 que ya opera Aerolíneas Argentinas, por lo que sus mantenimientos serían más accesibles.
Ese modelo está equipado con un sistema de tanques auxiliares de combustible para extender su alcance hasta casi los 11.000 kilómetros (la distancia aproximada entre Buenos Aires y Madrid), equivalente a una autonomía de once horas y media de vuelo.
En este punto, el posible nuevo avión presidencial aventajará al 757/200, que tiene un alcance de poco más de 8.000 kilómetros.
Además, el 757 requería un mayor largo de pista para operar, lo que lo restringía para aterrizar en muchas pistas del interior del país o regionales.
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