El Tribunal Penal Uno de Oberá absolvió ayer a un hombre que había sido detenido el 10 de marzo de 2014 por un homicidio en San Pedro.
Los jueces Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y José Pablo Rivero entendieron que no había pruebas contra Sergio Pereira (35) y devolvió el expediente a la instrucción para que se busque al verdadero culpable.
La fiscal Estela Salguero de Alarcón afirmó en su alegato que no había indicios que apuntaran al imputado que pasó más de dos años preso y solicitó la absolución por el beneficio de la duda. Lo mismo sostuvo después el defensor del juzgado, Juan Roberto Gómez Da Silva.
El crimen de Ramón Enrique Luciano sucedió el 9 de marzo de 2014 en el barrio Cristo Resucitado de San Pedro. La víctima fue hallada golpeada de manera brutal, alrededor de las 1.30. La habían matado a palazos y puntazos.
Un testigo, que luego se comprobó había intentado hacer un negocio con Luciano (que finalmente no se concretó), incriminó a Pereira en el hecho. Con esa única acusación, la causa tomó cuerpo y llegó hasta el juicio.
En el juicio, que terminó ayer, el acusado volvió a repetir ante los magistrados que él no tenía nada que ver. Que no se preocupó al día siguiente del homicidio cuando fueron policías a buscarlo, porque sabía que era inocente. Sin embargo, no le creyó nadie, hasta que el Tribunal de Oberá consideró que ese hombre no tenía pruebas en su contra.
Ahora, el juzgado de Instrucción de San Vicente deberán buscar al verdadero asesino de Luciano.
Los jueces Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y José Pablo Rivero entendieron que no había pruebas contra Sergio Pereira (35) y devolvió el expediente a la instrucción para que se busque al verdadero culpable.
La fiscal Estela Salguero de Alarcón afirmó en su alegato que no había indicios que apuntaran al imputado que pasó más de dos años preso y solicitó la absolución por el beneficio de la duda. Lo mismo sostuvo después el defensor del juzgado, Juan Roberto Gómez Da Silva.
El crimen de Ramón Enrique Luciano sucedió el 9 de marzo de 2014 en el barrio Cristo Resucitado de San Pedro. La víctima fue hallada golpeada de manera brutal, alrededor de las 1.30. La habían matado a palazos y puntazos.
Un testigo, que luego se comprobó había intentado hacer un negocio con Luciano (que finalmente no se concretó), incriminó a Pereira en el hecho. Con esa única acusación, la causa tomó cuerpo y llegó hasta el juicio.
En el juicio, que terminó ayer, el acusado volvió a repetir ante los magistrados que él no tenía nada que ver. Que no se preocupó al día siguiente del homicidio cuando fueron policías a buscarlo, porque sabía que era inocente. Sin embargo, no le creyó nadie, hasta que el Tribunal de Oberá consideró que ese hombre no tenía pruebas en su contra.
Ahora, el juzgado de Instrucción de San Vicente deberán buscar al verdadero asesino de Luciano.