Al parecer, el sujeto de 52 años logró salir de la celda tras limar los barrotes. Se realizan amplios operativos policiales en distintas zonas de la capital provincial. Refuerzan la custodia de su víctima.
De acuerdo a fuentes policiales, Manuel Rivero (52) escapó de la comisaría Octava de Posadas durante la madrugada de este lunes.
Como por arte de magia, desapareció entre las 4:00 y las 6:00 tras cortar dos barrotes de la parte superior de la celda donde se hallaba y violentar las mallas de los ventiluces superiores y acceder al techo de la dependencia.
Por estas horas se realizan amplios operativos para dar con el sujeto, quien se encuentra imputado por el delito de “tentativa de homicidio”, acusación formal que le fue notificada tras abstenerse de declarar en la indagatoria ante el juez Carlos Giménez, titular del Juzgado de Instrucción 7.
Paralelamente, se dispuso la inmediata custodia de Elisa De Souza, su expareja, a la que intentó matar hace dos semanas y que desde entonces permanece internada en el hospital Madariaga.
El violento ataque fue perpetrado el pasado miércoles 14 de diciembre a las 8, en la esquina de Avellaneda y la calle 156 del barrio San Marcos, al sur de la capital provincial.
La víctima, Elisa De Souza (47), recibió al menos tres impactos de bala, uno de los cuales le afectó órganos vitales. En medio de la “lluvia de plomo”, un joven que también se encontraba esperando el colectivo, y que la mujer utilizó de escudo humano para resguardar su integridad física, también terminó herido de bala, aunque en una de sus manos.
Tras una rápida investigación, el acusado, oriundo de Ituzaingó (Corrientes), fue capturado en la zona del puente sobre el arroyo El Zaimán.
En su huida arrojó un revólver calibre 22, que se cree fue el que utilizó para cometer el hecho.
De Souza, quien estuvo al borde de la muerte, logró salir del coma farmacológico tras una semana de internación en el hospital Madariaga, aunque permanece internada.
De acuerdo a fuentes policiales, Manuel Rivero (52) escapó de la comisaría Octava de Posadas durante la madrugada de este lunes.
Como por arte de magia, desapareció entre las 4:00 y las 6:00 tras cortar dos barrotes de la parte superior de la celda donde se hallaba y violentar las mallas de los ventiluces superiores y acceder al techo de la dependencia.
Por estas horas se realizan amplios operativos para dar con el sujeto, quien se encuentra imputado por el delito de “tentativa de homicidio”, acusación formal que le fue notificada tras abstenerse de declarar en la indagatoria ante el juez Carlos Giménez, titular del Juzgado de Instrucción 7.
Paralelamente, se dispuso la inmediata custodia de Elisa De Souza, su expareja, a la que intentó matar hace dos semanas y que desde entonces permanece internada en el hospital Madariaga.
El violento ataque fue perpetrado el pasado miércoles 14 de diciembre a las 8, en la esquina de Avellaneda y la calle 156 del barrio San Marcos, al sur de la capital provincial.
La víctima, Elisa De Souza (47), recibió al menos tres impactos de bala, uno de los cuales le afectó órganos vitales. En medio de la “lluvia de plomo”, un joven que también se encontraba esperando el colectivo, y que la mujer utilizó de escudo humano para resguardar su integridad física, también terminó herido de bala, aunque en una de sus manos.
Tras una rápida investigación, el acusado, oriundo de Ituzaingó (Corrientes), fue capturado en la zona del puente sobre el arroyo El Zaimán.
En su huida arrojó un revólver calibre 22, que se cree fue el que utilizó para cometer el hecho.
De Souza, quien estuvo al borde de la muerte, logró salir del coma farmacológico tras una semana de internación en el hospital Madariaga, aunque permanece internada.
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