Terminó la educación primaria caminando a diario los 6 kilómetros que separaban su casa de la escuela. Su abuelo lo acompañaba cada día y no faltó jamás a clase.
La foto de un niño argentino recibiendo su diploma de educación primaria en una zona rural de la provincia del Chaco, a más de 900 kilómetros de Buenos Aires, se hizo viral gracias a su conmovedora historia. Tras publicarse la instantánea en una cuenta de Twitter en la que un menor y su abuelo lloran sobre un escenario, la solidaridad comenzó a llover desde los lugares más insospechados.
"Hoy, los teléfonos de los maestros y directores del colegio recibieron llamadas desde Alemania, Italia y hasta China ofreciendo bicicletas, útiles escolares y zapatillas", asegura una información del diario 'Clarín'.
Perseverancia
Terminar la escuela primaria parecería solo una parte de un proceso normal para muchos niños, pero no es el caso de Efraín Delgado quien, con apenas 11 años, hizo visible los esfuerzos de muchos pequeños en las inmensidades de la zona rural argentina. Al igual que para el resto de jóvenes de la Ecuela N° 239 de la localidad rural de Pampa Chica.
El maestro del Efraín, Hugo Baricheval, relató que para el niño "llegar a esa instancia [terminar la primaria] le costó mucho. Él viene de una familia muy humilde".Efraín fue dejado por su madre al cuidado de su abuelo "desde una edad muy temprana. A él y a su hermana Celeste".
Pero la historia de Efraín, tiene una base fundamental: Ángel Delgado, su abuelo, quien "además de cuidar a los chicos, fue él quien caminó todos los días, junto a sus nietos, los seis kilómetros que separan su casa de la escuela". Y no faltó nunca en todo el año escolar.
Necesidad de ayuda
Luego a gradecer los gestos de solidaridad expresados desde varios lugares del planeta, el maestro Baricheval –que ha pasado 22 años en esa escuela– detalló que siempre están escasos de útiles escolares y ropa.
"Tenemos muchos chicos huérfanos acá, aborígenes, de la comunidad Qom. Y tenemos un comedor, pero sería bueno recibir donaciones de ropa también, por ejemplo", señala la nota.
En esa zona de Argentina muchos niños no terminan la escuela primaria porque deben caminar más de 9 kilómetros a diario para llegar a las clases. "Entonces cuando hace mucho calor no van, si hace frío tampoco y si llueve menos", reconoce la maestra Medina.
La foto de un niño argentino recibiendo su diploma de educación primaria en una zona rural de la provincia del Chaco, a más de 900 kilómetros de Buenos Aires, se hizo viral gracias a su conmovedora historia. Tras publicarse la instantánea en una cuenta de Twitter en la que un menor y su abuelo lloran sobre un escenario, la solidaridad comenzó a llover desde los lugares más insospechados.
"Hoy, los teléfonos de los maestros y directores del colegio recibieron llamadas desde Alemania, Italia y hasta China ofreciendo bicicletas, útiles escolares y zapatillas", asegura una información del diario 'Clarín'.
Perseverancia
Terminar la escuela primaria parecería solo una parte de un proceso normal para muchos niños, pero no es el caso de Efraín Delgado quien, con apenas 11 años, hizo visible los esfuerzos de muchos pequeños en las inmensidades de la zona rural argentina. Al igual que para el resto de jóvenes de la Ecuela N° 239 de la localidad rural de Pampa Chica.
El maestro del Efraín, Hugo Baricheval, relató que para el niño "llegar a esa instancia [terminar la primaria] le costó mucho. Él viene de una familia muy humilde".Efraín fue dejado por su madre al cuidado de su abuelo "desde una edad muy temprana. A él y a su hermana Celeste".
Pero la historia de Efraín, tiene una base fundamental: Ángel Delgado, su abuelo, quien "además de cuidar a los chicos, fue él quien caminó todos los días, junto a sus nietos, los seis kilómetros que separan su casa de la escuela". Y no faltó nunca en todo el año escolar.
Necesidad de ayuda
Luego a gradecer los gestos de solidaridad expresados desde varios lugares del planeta, el maestro Baricheval –que ha pasado 22 años en esa escuela– detalló que siempre están escasos de útiles escolares y ropa.
"Tenemos muchos chicos huérfanos acá, aborígenes, de la comunidad Qom. Y tenemos un comedor, pero sería bueno recibir donaciones de ropa también, por ejemplo", señala la nota.
En esa zona de Argentina muchos niños no terminan la escuela primaria porque deben caminar más de 9 kilómetros a diario para llegar a las clases. "Entonces cuando hace mucho calor no van, si hace frío tampoco y si llueve menos", reconoce la maestra Medina.
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