La docente tiene 24 años y le enviaba fotos eróticas al menor, del que se sentía “profundamente enamorada”, según le admitió a la justicia de los Estados Unidos. Y si bien la edad de consentimiento para relaciones sexuales en ese país es de 16 años, la justicia considera que hubo una posición de autoridad de la mujer para con el alumno.
Mary Beth Haglin la docente acusada, le enviaba selfies al estudiante, a diario.
La última selfie fue el 19 de marzo. Poco tiempo después, su romance prohibido sería descubierto por otro estudiante que la vio teniendo sexo con su alumno.
Mary Beth Haglin tiene 24 años y estaba feliz porque había descubierto su vocación: enseñar a alumnos secundarios. Pero lo que nunca imaginó es por esa profesión viviría una pesadilla que podría llevarla a prisión. Y que por eso, además, debió cambiar de trabajo. A uno mucho más juzgado: stripper. Ahora enfrenta cargos por “explotación sexual” y por mantener un encendido romance con uno de sus estudiantes, del que creyó estar enamorada.
Fueron varios meses -entre octubre de 2015 y junio de este año- de un apasionado amorío en el que ella confesó que fue él quien la sedujo, pese a sus 17 años. Se vio atraída profundamente. Tanto que, según reveló ante la corte de Cedar Rapids, Iowa, tenían sexo casi todos los días en su automóvil, en un aparcamiento público. La pasión era absoluta. “Lo hicimos cientos de veces”, revelaría.
La sexy selfie que le envió a su alumno. Al parecer, era una práctica común entre ellos. La maestra creyó estar enamorada y que nada malo estaba haciendo
El amor prohibido marchaba a toda marcha. Ella hacía lo que muchos realizan por esta época: le enviaba selfies subidas de tono, en ropa interior sexy, en posiciones sugerentes. Todo valía. Para Haglin era una relación de lo más normal. Ambos se conocieron cuando comenzó a trabajar como maestra sustituta en el Washington High School de Cedar Rapids.
Pese a que podría enfrentar dos años de prisión, Haglin compartió una de las fotografías que había enviado a su alumno mientras duró el romance. En ella puede verse cómo la maestra está con ropa interior negra, muy sensual. Explicó a la corte cómo fueron los hechos y cómo llegó hasta este punto.
El 15 de marzo último, cuando todo era pasión y amor. No sabía que podría terminar tras las rejas
La mujer dijo que el alumno la sedujo. Le enviaba notas, dejaba papeles en su escritorio donde la llamaba “emperatriz” y en los cuales le decía que estaba enamorado. “Estaba dada vuelta”, describió. “Siempre me llamaba ‘emperatriz’. Nos veíamos varias veces a la semana, no siempre era sólo para tener sexo. Había veces que nos sentábamos y hablábamos. En mi cabeza creía que era una relación real”, explicó la joven.
Mary Beth Haglin la docente acusada, le enviaba selfies al estudiante, a diario.
La última selfie fue el 19 de marzo. Poco tiempo después, su romance prohibido sería descubierto por otro estudiante que la vio teniendo sexo con su alumno.
Mary Beth Haglin tiene 24 años y estaba feliz porque había descubierto su vocación: enseñar a alumnos secundarios. Pero lo que nunca imaginó es por esa profesión viviría una pesadilla que podría llevarla a prisión. Y que por eso, además, debió cambiar de trabajo. A uno mucho más juzgado: stripper. Ahora enfrenta cargos por “explotación sexual” y por mantener un encendido romance con uno de sus estudiantes, del que creyó estar enamorada.
Fueron varios meses -entre octubre de 2015 y junio de este año- de un apasionado amorío en el que ella confesó que fue él quien la sedujo, pese a sus 17 años. Se vio atraída profundamente. Tanto que, según reveló ante la corte de Cedar Rapids, Iowa, tenían sexo casi todos los días en su automóvil, en un aparcamiento público. La pasión era absoluta. “Lo hicimos cientos de veces”, revelaría.
La sexy selfie que le envió a su alumno. Al parecer, era una práctica común entre ellos. La maestra creyó estar enamorada y que nada malo estaba haciendo
El amor prohibido marchaba a toda marcha. Ella hacía lo que muchos realizan por esta época: le enviaba selfies subidas de tono, en ropa interior sexy, en posiciones sugerentes. Todo valía. Para Haglin era una relación de lo más normal. Ambos se conocieron cuando comenzó a trabajar como maestra sustituta en el Washington High School de Cedar Rapids.
Pese a que podría enfrentar dos años de prisión, Haglin compartió una de las fotografías que había enviado a su alumno mientras duró el romance. En ella puede verse cómo la maestra está con ropa interior negra, muy sensual. Explicó a la corte cómo fueron los hechos y cómo llegó hasta este punto.
El 15 de marzo último, cuando todo era pasión y amor. No sabía que podría terminar tras las rejas
La mujer dijo que el alumno la sedujo. Le enviaba notas, dejaba papeles en su escritorio donde la llamaba “emperatriz” y en los cuales le decía que estaba enamorado. “Estaba dada vuelta”, describió. “Siempre me llamaba ‘emperatriz’. Nos veíamos varias veces a la semana, no siempre era sólo para tener sexo. Había veces que nos sentábamos y hablábamos. En mi cabeza creía que era una relación real”, explicó la joven.
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