El Hospital de Salud Mental Ramón Carrillo alberga en sus pabellones a 35 pacientes, la mayoría vive hace años en el centro de salud y no tiene familiar a cargo.
Para estas personas, hombres y mujeres que tienen distintas patología mentales, el hospital realiza una campaña de recolección de ropa, calzados y yerba mate, que es lo que más necesitan.
El hospital y la Escuela Especial 3 que funciona en el predio de Salud, dan los alimentos y la contención en todos los demás aspectos, contaron las autoridades.
Mirna Corach, directora del centro de referencia en salud mental en Misiones, explicó que “el Carrillo ha ido transformando su paradigma de atención, se intenta relizar el mínimo de internaciones y por un tiempo breve, se está trabajando para no institucionalizar a las personas que atraviesan una enfermedad mental y que puedan superar su cuadro de manera ambulatoria con contención profesional y de las familias”.
La médica psiquiatra detalló que para el caso de los pacientes que están como internos en el hospital hay dos pabellones, una para varones y otro para mujeres.
Son los casos en que no hay un familiar que pueda hacerse cargo de monitorear el tratamiento. Las personas duermen en las instalaciones del hospital, asisten a la escuela, comen y se asean, pero también pueden salir a la calle libremente.
Cambios
En consonancia con la aplicación de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657 de 2013, que busca reducir las internaciones y la institucionalización de los pacientes con enfermedades mentales, el Hospital Carrillo en los últimos años, limitó el número de camas y se cerró la sala de aislamiento.
Sin embargo, en pabellones separados por género todavía conviven 35 mujeres y hombres, todos adultos mayores y con enfermedad mental y otras patologías crónicas. En muchos casos son abandonados por sus familiares o llegaron hace décadas al lugar como NN y el hospital tramitó los DNI.
“Estas personas llevan años aquí, el hospital es su casa porque no tienen otro lugar, pero pueden salir cuando quieren. Todavía sufren mucha estigmatización, la gente no se saca la idea de que esto es un loquero”, dijo Corach.
58 años de educación
La Escuela Especial 3 que funciona en articulación con el hospital cumplió 58 años de servicio educativo el pasado 23 de septiembre.
Para la ocasión, docentes y alumnos prepararon actividades de festejo y recreación y toda la comunidad educativa compartió un almuerzo.
La directora de la Escuela Especial 3, María Elena Karabyn, destacó que en clases, lo que más disfrutan los alumnos es “dibujar, pintar y hacer manualidades”. También realizan actividades físicas.
Para estas personas, hombres y mujeres que tienen distintas patología mentales, el hospital realiza una campaña de recolección de ropa, calzados y yerba mate, que es lo que más necesitan.
El hospital y la Escuela Especial 3 que funciona en el predio de Salud, dan los alimentos y la contención en todos los demás aspectos, contaron las autoridades.
Mirna Corach, directora del centro de referencia en salud mental en Misiones, explicó que “el Carrillo ha ido transformando su paradigma de atención, se intenta relizar el mínimo de internaciones y por un tiempo breve, se está trabajando para no institucionalizar a las personas que atraviesan una enfermedad mental y que puedan superar su cuadro de manera ambulatoria con contención profesional y de las familias”.
La médica psiquiatra detalló que para el caso de los pacientes que están como internos en el hospital hay dos pabellones, una para varones y otro para mujeres.
Son los casos en que no hay un familiar que pueda hacerse cargo de monitorear el tratamiento. Las personas duermen en las instalaciones del hospital, asisten a la escuela, comen y se asean, pero también pueden salir a la calle libremente.
Cambios
En consonancia con la aplicación de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657 de 2013, que busca reducir las internaciones y la institucionalización de los pacientes con enfermedades mentales, el Hospital Carrillo en los últimos años, limitó el número de camas y se cerró la sala de aislamiento.
Sin embargo, en pabellones separados por género todavía conviven 35 mujeres y hombres, todos adultos mayores y con enfermedad mental y otras patologías crónicas. En muchos casos son abandonados por sus familiares o llegaron hace décadas al lugar como NN y el hospital tramitó los DNI.
“Estas personas llevan años aquí, el hospital es su casa porque no tienen otro lugar, pero pueden salir cuando quieren. Todavía sufren mucha estigmatización, la gente no se saca la idea de que esto es un loquero”, dijo Corach.
58 años de educación
La Escuela Especial 3 que funciona en articulación con el hospital cumplió 58 años de servicio educativo el pasado 23 de septiembre.
Para la ocasión, docentes y alumnos prepararon actividades de festejo y recreación y toda la comunidad educativa compartió un almuerzo.
La directora de la Escuela Especial 3, María Elena Karabyn, destacó que en clases, lo que más disfrutan los alumnos es “dibujar, pintar y hacer manualidades”. También realizan actividades físicas.
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