Hace 8 años, la especialista en sexo más famosa de Latinoamérica se realizó un bypass gástrico. A partir de allí bajó 50 kilos gracias a una dieta estricta, mucho ejercicio y disciplina. Sus claves para mantener la figura
Su aparición en la pantalla chica fue una bocanada de aire fresco. El sexo -por lo menos hablar de él, de la intimidad, de la vida en pareja- siempre recayó en especialistas de traje y corbata hasta que una joven puertorriqueña, de ojos cálidos y labios carnosos, rompió los esquemas tradicionales, anquilosados y colocó, en el centro del debate, al rol de las mujeres, la importancia de vivir sin tabúes y la necesidad de dejar de pensar en uno, en pos del disfrute de dos.
Alessandra Rampolla es una femme fatale, aunque no quiera aceptarlo, siempre lo fue. Ese carisma caribeño, el candor y la cadencia de sus palabras, la musicalidad con que puede opinar sobre cualquier tema que ruborizaría a la mayoría, la convierten en una mujer hipnotizante, en la prima donna del sexo en toda América Latina.
Nacida en San Juan de Puerto Rico, en el seno de una familia "conservadora, pero no fanática" que iba "todos los domingos a la iglesia", Alessandra no tuvo impedimentos en seguir sus deseos, ya que ellos siempre apoyaron sus inquietudes. A los 17 años, su padre le prestaba la tarjeta de crédito para comprar sus primeros libros sobre sexualidad "porque la práctica sin tener una buena base de fundamento es como tirarse al garete sin mapa, a ciegas, y es muy fácil perderse".
Luego de un paso fugaz por el bachillerato en Literatura Francesa, en la Universidad de Loyola de Nueva Orleans, Estados Unidos; cambió de dirección y se recibió el Institute for Advanced Study of Human Sexuality, de San Francisco, donde se graduó con títulos en educación sexual, sexología clínica, erotología, prevención de enfermedades de transmisión sexual y reestructuración de actividades sexuales.
Alessandra comenzó a dejar la estela de su estrella con una pequeña columna en Unovisión, un canal de Puerto Rico. Y a partir de allí no paró. Escribió libros, condujo programas de televisión, varios en Argentina -por 'Escuela para maridos', de la cadena Fox, acaba de ganar un Martín Fierro de cable-. Sus participaciones en la TV siempre cautivan, la última, durante el fin de semana pasado en el Show de Susana Giménez, volvió a mostrar una figura estilizada, que dejó boquiabierto a todo el público.
El descenso de peso fue drástico, casi 30 kilos en apenas unos meses. Pero, como dijeron los especialistas en su momento, el bypass "no es mágico": "Es una operación gastrointestinal que reduce la capacidad de alimentos que puede recibir el estómago. Además de limitar la ingestión de comida, provoca los más altos niveles de pérdida de peso en el transcurso del año de realizada la intervención".
Alessandra explicó que ella tomó la cirugía como parte de un proceso. "La cirugía no es mágica. No hace milagros. Hay que mirarlo como una herramienta que ayuda a controlar el peso siempre y cuando las acciones la apoyen. Trato de no olvidarme de eso".
Tomar la decisión no fue sencilla, pero el camino comenzó a estrecharse cuando intentaba adaptarse a diferentes dietas, que a principio le daban resultados, pero que le costaba sostener en el tiempo. "Hubo un tiempo en que seguía regímenes alimenticios sin mucha suerte. Bajaba 20 kilos, pero luego recuperaba 25 y así. Entonces tomé la decisión. Ese momento fue algo muy fuerte. Aunque es bueno aclarar que la intervención no es una solución para todo el mundo. Pero conmigo funcionó".
La cirugía bariátrica puede realizarse solo en personas con obesidad severa o mórbida y que, luego de varios intentos, no pudieron perder peso a través de dietas u otro tratamiento clásico. Ésta se realiza mediante técnicas mínimamente invasivas, gracias a la cirugía laparoscópica, que produce pequeñas incisiones en el abdomen, por lo que la recuperación es mucho más rápida y efectiva. Según la Organización Mundial de la Salud el 98 % de las personas que sufren de obesidad poseen grandes dificultades para bajar de peso o mantenerlo, en caso de que lo hayan logrado.
Las razones para afrontar el desafío fueron múltiples, aunque hubo dos fundamentales. Por un lado, mejorar su condición física en pos de su salud y su deseo -inconcluso- de ser madre.
Rampolla bajó 50 kilos desde que se sometió a un bypass gástrico en 2008 Rampolla bajó 50 kilos desde que se sometió a un bypass gástrico en 2008
"En ese momento sentí que debía agarrar las riendas y tomar control sobre mi peso. Me dije 'soy una mujer con mucha actividad, que suele resolver todo sin mayores problemas. ¿Cómo es que no puedo controlar esto? La comida y el sobrepeso me están controlando a mí'. Lo hice por cuestiones de salud. Claro que me motivaba verme mejor, pero no era mi prioridad. Sabía que mi salud comenzaba a verse afectada por el sobrepeso". Y agregó: "No me sentía a gusto con la idea de buscar un embarazo si no podía hacer de mi cuerpo el mejor vehículo posible para dar vida".
Sin embargo, cuando logró mantener su peso se divorció de John Hernández, su marido, con quien mantuvo una relación por siete años, cuatro de ellos de matrimonio. El conflicto surgió a partir de la dirección que ambos pretendían para sus propias carreras profesionales. Mientras él deseaba formar una familia en Puerto Rico, ella deseaba hacerlo en Buenos Aires.
"Sin dudas, fue lo mejor para los dos. Hice todo lo que estaba dentro de mis posibilidades para que juntos alcancemos la felicidad. Entre nosotros no había conflictos, fue una separación sin dramas. El afecto estaba, nos queremos, somos amigos, pero, si tomo una decisión en conjunto hay que tomar en cuenta las necesidades y la cotidianeidad. En determinado momento la vida nos llevó por caminos diferentes y no porque se supone que tenemos que estar toda la vida juntos lo voy a dejar pasar", sostuvo.
Cómo mantuvo su peso
Desde el 2008, la especialista en sexo comenzó a trabajar junto a un nutricionista y un psicólogo, para que el cambio radical no afectase su vida. Además, el bypass gástrico no asegura el éxito en el tiempo. Si no se continúa con dieta ordenada, la intervención debe ser anulada por los médicos, lo que implicaría un nuevo paso por el quirófano.
Rampolla debe tomar suplementos vitamínicos de por vida, debido a que el cuerpo recibe, de golpe, menos alimentos y -por ende- nutrientes de lo que estaba acostumbrado. Además, al momento de sentarse a la mesa debe consumir los alimentos con tranquilidad, sin apurones, para no provocar una estenosis, una especie de atraco estomacal que imposibilita el paso de la comida. En el orden de prioridades se encuentran las proteínas, luego las vitaminas y minerales y si todavía tiene algo de apetito puede ingerir carbohidratos.
Su aparición en la pantalla chica fue una bocanada de aire fresco. El sexo -por lo menos hablar de él, de la intimidad, de la vida en pareja- siempre recayó en especialistas de traje y corbata hasta que una joven puertorriqueña, de ojos cálidos y labios carnosos, rompió los esquemas tradicionales, anquilosados y colocó, en el centro del debate, al rol de las mujeres, la importancia de vivir sin tabúes y la necesidad de dejar de pensar en uno, en pos del disfrute de dos.
Alessandra Rampolla es una femme fatale, aunque no quiera aceptarlo, siempre lo fue. Ese carisma caribeño, el candor y la cadencia de sus palabras, la musicalidad con que puede opinar sobre cualquier tema que ruborizaría a la mayoría, la convierten en una mujer hipnotizante, en la prima donna del sexo en toda América Latina.
Nacida en San Juan de Puerto Rico, en el seno de una familia "conservadora, pero no fanática" que iba "todos los domingos a la iglesia", Alessandra no tuvo impedimentos en seguir sus deseos, ya que ellos siempre apoyaron sus inquietudes. A los 17 años, su padre le prestaba la tarjeta de crédito para comprar sus primeros libros sobre sexualidad "porque la práctica sin tener una buena base de fundamento es como tirarse al garete sin mapa, a ciegas, y es muy fácil perderse".
Luego de un paso fugaz por el bachillerato en Literatura Francesa, en la Universidad de Loyola de Nueva Orleans, Estados Unidos; cambió de dirección y se recibió el Institute for Advanced Study of Human Sexuality, de San Francisco, donde se graduó con títulos en educación sexual, sexología clínica, erotología, prevención de enfermedades de transmisión sexual y reestructuración de actividades sexuales.
Alessandra comenzó a dejar la estela de su estrella con una pequeña columna en Unovisión, un canal de Puerto Rico. Y a partir de allí no paró. Escribió libros, condujo programas de televisión, varios en Argentina -por 'Escuela para maridos', de la cadena Fox, acaba de ganar un Martín Fierro de cable-. Sus participaciones en la TV siempre cautivan, la última, durante el fin de semana pasado en el Show de Susana Giménez, volvió a mostrar una figura estilizada, que dejó boquiabierto a todo el público.
El descenso de peso fue drástico, casi 30 kilos en apenas unos meses. Pero, como dijeron los especialistas en su momento, el bypass "no es mágico": "Es una operación gastrointestinal que reduce la capacidad de alimentos que puede recibir el estómago. Además de limitar la ingestión de comida, provoca los más altos niveles de pérdida de peso en el transcurso del año de realizada la intervención".
Alessandra explicó que ella tomó la cirugía como parte de un proceso. "La cirugía no es mágica. No hace milagros. Hay que mirarlo como una herramienta que ayuda a controlar el peso siempre y cuando las acciones la apoyen. Trato de no olvidarme de eso".
Tomar la decisión no fue sencilla, pero el camino comenzó a estrecharse cuando intentaba adaptarse a diferentes dietas, que a principio le daban resultados, pero que le costaba sostener en el tiempo. "Hubo un tiempo en que seguía regímenes alimenticios sin mucha suerte. Bajaba 20 kilos, pero luego recuperaba 25 y así. Entonces tomé la decisión. Ese momento fue algo muy fuerte. Aunque es bueno aclarar que la intervención no es una solución para todo el mundo. Pero conmigo funcionó".
La cirugía bariátrica puede realizarse solo en personas con obesidad severa o mórbida y que, luego de varios intentos, no pudieron perder peso a través de dietas u otro tratamiento clásico. Ésta se realiza mediante técnicas mínimamente invasivas, gracias a la cirugía laparoscópica, que produce pequeñas incisiones en el abdomen, por lo que la recuperación es mucho más rápida y efectiva. Según la Organización Mundial de la Salud el 98 % de las personas que sufren de obesidad poseen grandes dificultades para bajar de peso o mantenerlo, en caso de que lo hayan logrado.
Las razones para afrontar el desafío fueron múltiples, aunque hubo dos fundamentales. Por un lado, mejorar su condición física en pos de su salud y su deseo -inconcluso- de ser madre.
Rampolla bajó 50 kilos desde que se sometió a un bypass gástrico en 2008 Rampolla bajó 50 kilos desde que se sometió a un bypass gástrico en 2008
"En ese momento sentí que debía agarrar las riendas y tomar control sobre mi peso. Me dije 'soy una mujer con mucha actividad, que suele resolver todo sin mayores problemas. ¿Cómo es que no puedo controlar esto? La comida y el sobrepeso me están controlando a mí'. Lo hice por cuestiones de salud. Claro que me motivaba verme mejor, pero no era mi prioridad. Sabía que mi salud comenzaba a verse afectada por el sobrepeso". Y agregó: "No me sentía a gusto con la idea de buscar un embarazo si no podía hacer de mi cuerpo el mejor vehículo posible para dar vida".
Sin embargo, cuando logró mantener su peso se divorció de John Hernández, su marido, con quien mantuvo una relación por siete años, cuatro de ellos de matrimonio. El conflicto surgió a partir de la dirección que ambos pretendían para sus propias carreras profesionales. Mientras él deseaba formar una familia en Puerto Rico, ella deseaba hacerlo en Buenos Aires.
"Sin dudas, fue lo mejor para los dos. Hice todo lo que estaba dentro de mis posibilidades para que juntos alcancemos la felicidad. Entre nosotros no había conflictos, fue una separación sin dramas. El afecto estaba, nos queremos, somos amigos, pero, si tomo una decisión en conjunto hay que tomar en cuenta las necesidades y la cotidianeidad. En determinado momento la vida nos llevó por caminos diferentes y no porque se supone que tenemos que estar toda la vida juntos lo voy a dejar pasar", sostuvo.
Cómo mantuvo su peso
Desde el 2008, la especialista en sexo comenzó a trabajar junto a un nutricionista y un psicólogo, para que el cambio radical no afectase su vida. Además, el bypass gástrico no asegura el éxito en el tiempo. Si no se continúa con dieta ordenada, la intervención debe ser anulada por los médicos, lo que implicaría un nuevo paso por el quirófano.
Rampolla debe tomar suplementos vitamínicos de por vida, debido a que el cuerpo recibe, de golpe, menos alimentos y -por ende- nutrientes de lo que estaba acostumbrado. Además, al momento de sentarse a la mesa debe consumir los alimentos con tranquilidad, sin apurones, para no provocar una estenosis, una especie de atraco estomacal que imposibilita el paso de la comida. En el orden de prioridades se encuentran las proteínas, luego las vitaminas y minerales y si todavía tiene algo de apetito puede ingerir carbohidratos.