La joven debía asistir a su boda a las 10 en Tunuyán, por lo que debió apresurar la emisión de su sufragio para llegar a tiempo.
Tan sólo unos minutos habían pasado de las ocho de la mañana de este domingo cuando la escuela Arístides Villanueva, ubicada en calle Pedro Molina de Mendoza, se vio engalanada con la presencia de una blanca y radiante novia con vestido, tocado y lista para dar el sí.
“Nunca tuve tantas ganas de votar, estoy muy nerviosa y no puedo llegar tarde”.
Gracias a la solidaridad de los pocos que hacían fila para cumplir con su deber ciudadano, la novia pudo adelantar algunos lugares y apresurar el trámite.
Según narró al periodista Pablo Gerardi de Radio Nihuil, el casamiento fue organizado con prisa debido a que su flamante esposo –se casaron por lo Civil el miércoles pasado-, Esteban Cabrera, se va este lunes a Israel ya que juega al vóley.
Tras votar, la joven se subió a un auto que la esperaba en la puerta y partió rumbo al Valle de Uco. En el camino debía retocar su maquillaje y cambiar los zapatos pero antes cumplió con su deber.
“Nunca tuve tantas ganas de votar, estoy muy nerviosa y no puedo llegar tarde”.
Gracias a la solidaridad de los pocos que hacían fila para cumplir con su deber ciudadano, la novia pudo adelantar algunos lugares y apresurar el trámite.
Según narró al periodista Pablo Gerardi de Radio Nihuil, el casamiento fue organizado con prisa debido a que su flamante esposo –se casaron por lo Civil el miércoles pasado-, Esteban Cabrera, se va este lunes a Israel ya que juega al vóley.
Tras votar, la joven se subió a un auto que la esperaba en la puerta y partió rumbo al Valle de Uco. En el camino debía retocar su maquillaje y cambiar los zapatos pero antes cumplió con su deber.