Obera: Fue a última hora del sábado en el barrio San Miguel de Oberá. La víctima, de 24 años, está en grave estado y podría perder un ojo. El victimario y su hijo terminaron tras las rejas.
La gresca acabó con la paz en el norte obereño durante la noche del último sábado, donde un presunto pastor evangélico y su hijo acabaron presos después de desfigurarle el rostro a machetazos a un vecino. Después, en un intento por hacer “justicia por mano propia”, allegados a la víctima atacaron e incluso incendiaron el automóvil del principal acusado.
La víctima, identificada como Miguel (24), terminó con gravísimas lesiones y anoche peleaba por su vida en el hospital Samic de Oberá.
Había sufrido heridas por las que podría perder un ojo, al decir de las fuentes consultadas por este diario.
El drama se desató alrededor de las 19:30 del sábado sobre la calle Caroba del barrio San Miguel de Oberá, un sector de casas sencillas emplazado en el norte de la localidad, sobre el final del ejido urbano.
En ese lugar, y por razones que son materia de investigación, en determinado momento se produjo una acalorada disputa entre Miguel (24) con otro vecino de la zona, un presunto líder protestante que administraría un templo evangélico emplazado en las inmediaciones.
Al decir de la investigación, que por estas horas recién comienza, el supuesto “hombre de fe” de 38 años habría colmado su paciencia y fue entonces que en complicidad con uno de sus hijos de 18, decidió pasar de las palabras al ataque.
Si bien no está claro cómo sucedió todo, lo cierto es que aparentemente el pastor tomó un machete de importantes dimensiones y arremetió sobre la víctima. La agresión fue tremenda: Miguel recibió un profundo corte en el rostro que le generó compromiso en uno de los ojos, además de desprendimiento de parte de la nariz y la boca, según las primeras informaciones que circulaban a última hora de ayer.
Sin embargo, la dramática situación no acabó allí. Es que al decir de las fuentes luego del episodio otros vecinos y allegados de la víctima montaron en cólera y trataron de hacer “justicia por mano propia”, para lo cual intentaron prender fuego la vivienda y otras pertenencias de los acusados. En esa reacción fue que el automóvil del acusado acabó reducido a cenizas pese al esfuerzo de los Bomberos de la Policía provincial.
Alertados por el hecho, efectivos del Destacamento Cien Hectáreas y de la Unidad Regional II, con asiento en Oberá, llegaron a la escena y procedieron a la detención del pastor y de su hijo. Recién entonces las calles del barrio San Miguel volvieron a la calma.
Así las cosas, los dos sospechosos fueron trasladados a una dependencia policial, donde quedaron alojados a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de la Segunda Circunscripción Judicial, a cargo de la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat. Mientras tanto, en la comisaría jurisdiccional se instruye una causa caratulada en principio como “homicidio en grado de tentativa”. Al menos por ahora, para las autoridades hubo evidente intención de matar.
La gresca acabó con la paz en el norte obereño durante la noche del último sábado, donde un presunto pastor evangélico y su hijo acabaron presos después de desfigurarle el rostro a machetazos a un vecino. Después, en un intento por hacer “justicia por mano propia”, allegados a la víctima atacaron e incluso incendiaron el automóvil del principal acusado.
La víctima, identificada como Miguel (24), terminó con gravísimas lesiones y anoche peleaba por su vida en el hospital Samic de Oberá.
Había sufrido heridas por las que podría perder un ojo, al decir de las fuentes consultadas por este diario.
El drama se desató alrededor de las 19:30 del sábado sobre la calle Caroba del barrio San Miguel de Oberá, un sector de casas sencillas emplazado en el norte de la localidad, sobre el final del ejido urbano.
En ese lugar, y por razones que son materia de investigación, en determinado momento se produjo una acalorada disputa entre Miguel (24) con otro vecino de la zona, un presunto líder protestante que administraría un templo evangélico emplazado en las inmediaciones.
Al decir de la investigación, que por estas horas recién comienza, el supuesto “hombre de fe” de 38 años habría colmado su paciencia y fue entonces que en complicidad con uno de sus hijos de 18, decidió pasar de las palabras al ataque.
Si bien no está claro cómo sucedió todo, lo cierto es que aparentemente el pastor tomó un machete de importantes dimensiones y arremetió sobre la víctima. La agresión fue tremenda: Miguel recibió un profundo corte en el rostro que le generó compromiso en uno de los ojos, además de desprendimiento de parte de la nariz y la boca, según las primeras informaciones que circulaban a última hora de ayer.
Sin embargo, la dramática situación no acabó allí. Es que al decir de las fuentes luego del episodio otros vecinos y allegados de la víctima montaron en cólera y trataron de hacer “justicia por mano propia”, para lo cual intentaron prender fuego la vivienda y otras pertenencias de los acusados. En esa reacción fue que el automóvil del acusado acabó reducido a cenizas pese al esfuerzo de los Bomberos de la Policía provincial.
Alertados por el hecho, efectivos del Destacamento Cien Hectáreas y de la Unidad Regional II, con asiento en Oberá, llegaron a la escena y procedieron a la detención del pastor y de su hijo. Recién entonces las calles del barrio San Miguel volvieron a la calma.
Así las cosas, los dos sospechosos fueron trasladados a una dependencia policial, donde quedaron alojados a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de la Segunda Circunscripción Judicial, a cargo de la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat. Mientras tanto, en la comisaría jurisdiccional se instruye una causa caratulada en principio como “homicidio en grado de tentativa”. Al menos por ahora, para las autoridades hubo evidente intención de matar.