Con tono de despedida, Cristina defendió su política de Defensa

La cena anual de camaradería

Fue su primer discurso a los militares tras la salida de Milani del Ejército. Pidió más mujeres en la conducción.

En el que fue su último discurso como Presidenta en la tradicional Cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas, Cristina Kirchner instó a los militares a “que nunca más se dejen llegar por los cantos de sirena” y no cometer “nunca más esos errores” del pasado, al tiempo que, de cara al futuro, remarcó que las fuerzas deben estar bajo la conducción de un civil; trabajar de forma conjunta y con una estrategia defensiva y autónoma de potencias extranjeras”.



A escasos días de la salida del cuestionado ex jefe del Ejército César Milani y la asunción de su reemplazante, el general de División Ricardo Cundom, Cristina ingresó al Salón San Martín pasadas las 20.30 y habló por casi una hora. Hizo un repaso de la década K en el poder y los logros y avances en materia de Derechos Humanos y dijo que consideraba “una deuda” de su mandato no haber logrado que hubiera mujeres en las cúpulas militares.

La Presidenta compartió la mesa principal con el propio Cundom, e jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Luis Carena; y los titulares de la Armada, el almirante Gastón Erice; y de la Fuerza Aérea, brigadier Mario Callejo.

A la derecha de Cristina se ubicó el secretario Legal y Técnico Carlos Zannini y, a su izquierda, el ministro de Defensa Agustín Rossi. En la misma mesa, se sentaron el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, el secretario general de Presidencia Eduardo “Wado” de Pedro y el titular de Diputados Julián Domínguez.

No dejó de sorprender, pese a que fue ubicado más lejos, la presencia de Florencio Randazzo, que ayer volvió al ruedo y lució sonriente luego de declinar su candidatura.
En el inicio, Cristina recordó que “desde el 2003 a la fecha” se ha recorrido “un largo camino”, con “años intensos”. “Por la historia que vivimos parecía imposible articular DD.HH y la Defensa”, dijo, al recordar los primeros días de Néstor Kirchner como presidente.

A lo largo de su intervención, la Presidenta alternó elogios y críticas hacia los militares. “Cuando incursionaron en la política, disputaban el poder de otra manera, no en las urnas”, cuestionó. “Muchas veces han sido utilizados para defender intereses externos”, agregó. Y los convocó a “no volver a cometer esos errores” y a que “nunca más se dejen llegar por los cantos de sirena”. Pero Cristina aprovechó también para enviar mensajes de campaña. Uno de ellos, contra la oposición: “De un día para otro se puede destruir todo, pero construir lleva tiempo”.
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