Hay cuatro detenidos y dos prófugos

Un caso conmocionante Son del grupo que estuvo con la chica en una “fiesta” en su última noche. Habrían consumido alcohol y drogas.

Fueron cinco, pero rápidamente quedaron cuatro. Esa es la cantidad de sospechosos de haber participado del crimen de Melina que actualmente siguen detenidos. Son un menor de edad y tres adultos, aunque dos de ellos son jóvenes que apenas pasan los 18 años. Y buscan a otras dos personas, uno que manejaba un auto en el que pasaron a buscar a la chica y un familiar de uno de los acusados.

Se trata de Joel Fernández (22), conocido como “Chavito”; Elías “Narigón” Fernández (18); un menor, de 16 años, conocido como “Toto”; y Javier “Pelado” Rodríguez (44). Además estuvo detenido Fernando, de 18 años, que es el chico que aparece dándole un beso a Melina en uno de los videos de las cámaras de seguridad del boliche “Chankanab” adonde fue a bailar la última noche que se la vio con vida. Pero él fue liberado por falta de pruebas a pocos días de caer.

Al primero que detuvo la Policía fue a Joel Fernández, el jueves 11 de septiembre. Ese mismo día declaró en una comisaría y contó que él junto a Melina, “Toto y el “Narigón” tomaron pastillas y alcohol en la casa del chico de 16 en Pablo Podestá. “Chavito” dijo que el “Narigón” fue quien asesinó a la chica y que con la ayuda del “Pelado” Rodríguez la tiraron en una bolsa al Arroyo Morón. Sergio Doutres, su abogado, sostiene que hizo esa declaración bajo amenazas y golpes. No obstante, con esa declaración de Fernández, cayeron “El Pelado” Rodríguez y “Toto”, quien está detenido en un Instituto de Menores. La Justicia de Garantías de San Martín confirmó su prisión preventiva. Es hijo de un pai quimbanda y dueño de la casa donde, además del templo, se habrían juntado todos y matado a Melina.

“El Pelado” también participó de la reunión y, según declaraciones de la causa ayudó a “El Narigón” a meter el cadaver de Melina en una bolsa y a tirarlo. El último en caer fue Elías Rodríguez, “El Narigón”. Según “Chavito”, fue quien golpeó a Melina hasta matarla cuando ella se quiso ir. En su casa tenía una pistola calibre .32 y 18 balas.