El "Xeneize" está en deuda desde el juego pero es local y contará con el apoyo de sus hinchas para volver a la victoria tras dos fechas y mantener sus ilusiones. El visitante viene de ganar, se quedó con dos de los tres duelos de verano y puede quedar como escolta del torneo
Boca y River se jugarán gran parte de su futuro desde las 18.15 en La Bombonera. El ganador se prenderá en la pelea por el campeonato, con el envión anímico que supone quedarse con el Superclásico. Para el perdedor será más complicado y podría ser el fin del semestre y hasta del ciclo de su entrenador.
Ambos cuentan con los dos técnicos más ganadores de la historia de cada club, los dos tienen una baja en su defensa –Vangioni y Marín- y además comparten la obligación de sumar de a tres para prenderse definitivamente en la lucha por el Torneo Final y despejar las dudas.
Boca llega a este encuentro con deudas en el juego. Desde el comienzo del tercero ciclo del DT no encontró un estilo y presentó una irregularidad que preocupa. En el Torneo Final navega por la mitad de la tabla con nueve 12 unidades, producto de tres empates, tres derrotas y tres triunfos.
Lleva cuatro encuentros sin caídas, con dos victorias y dos igualdades, pero en las últimas dos presentaciones solo sumo de a dos unidades ante Quilmes y Argentinos, dos que pelean por mantener la categoría.
Luego de un 2013 con muchos problemas en la defensa, Bianchi parece haber encontrado un esquema (a pesar de no contar con Leandro Marín, lesionado) y en este campeonato solo Belgrano pudo convertirle más de un gol y en cuatro encuentros mantuvo el arco en cero.
Sin embargo, el principal inconveniente de Boca es la parte ofensiva. Tiene ocho goles en nueve presentaciones, Gigliotti y Sánchez Miño son sus goleadores con dos gritos cada uno. Boca solo marcó en cinco de los nueve partidos y en tres hizo más de un gol.
Boca y River se jugarán gran parte de su futuro desde las 18.15 en La Bombonera. El ganador se prenderá en la pelea por el campeonato, con el envión anímico que supone quedarse con el Superclásico. Para el perdedor será más complicado y podría ser el fin del semestre y hasta del ciclo de su entrenador.
Ambos cuentan con los dos técnicos más ganadores de la historia de cada club, los dos tienen una baja en su defensa –Vangioni y Marín- y además comparten la obligación de sumar de a tres para prenderse definitivamente en la lucha por el Torneo Final y despejar las dudas.
Boca llega a este encuentro con deudas en el juego. Desde el comienzo del tercero ciclo del DT no encontró un estilo y presentó una irregularidad que preocupa. En el Torneo Final navega por la mitad de la tabla con nueve 12 unidades, producto de tres empates, tres derrotas y tres triunfos.
Lleva cuatro encuentros sin caídas, con dos victorias y dos igualdades, pero en las últimas dos presentaciones solo sumo de a dos unidades ante Quilmes y Argentinos, dos que pelean por mantener la categoría.
Luego de un 2013 con muchos problemas en la defensa, Bianchi parece haber encontrado un esquema (a pesar de no contar con Leandro Marín, lesionado) y en este campeonato solo Belgrano pudo convertirle más de un gol y en cuatro encuentros mantuvo el arco en cero.
Sin embargo, el principal inconveniente de Boca es la parte ofensiva. Tiene ocho goles en nueve presentaciones, Gigliotti y Sánchez Miño son sus goleadores con dos gritos cada uno. Boca solo marcó en cinco de los nueve partidos y en tres hizo más de un gol.
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