POSADAS. El cuerpo de Javier Pauluk fue hallado en la mañana del viernes 10 de abril de 2009, en el asiento delantero del acompañante del Volkswagen Gol Country de su hermana. El vehículo estaba estacionado en calle Catamarca, casi Buenos Aires.
Una toalla de mano cubría su rostro en ese momento y desde entonces un manto de misterio rodea las circunstancias de su asesinato.
A casi cinco años del homicidio, ahora trascendió que los investigadores habrían dado con el chip del celular que utilizaba la víctima y que, en un principio, se pensó desaparecido para siempre.
Es más, los pesquisas aguardan el informe de la empresa prestataria del servicio de telefonía celular, solicitado en octubre pasado aproximadamente, que usaba Pauluk con la firme esperanza de avanzar en la pesquisa.
El gran objetivo, en el que se cifran todas las esperanzas, es determinar las personas con las que el ingeniero en informática, de 35 años, se comunicó momentos antes de su muerte.
El informe podría aportar importantes revelaciones para la causa que está a cargo del juez Marcelo Cardozo, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que, al menos en un principio, esa línea de investigación no se apartaría de la que involucra a integrantes de la fuerza de seguridad provincial.
Hay que recordar que un oficial de policía estuvo detenido en su momento, porque se habría conectado con Pauluk la noche anterior a que lo encontraran sin vida.
Desde un comienzo, la Policía y los distintos jueces que pasaron por la causa coincidieron en que la principal teoría en torno al posible móvil del crimen era pasional.
Sin embargo, en virtud del estancamiento que sufrió la causa en los últimos tiempos, nadie puede descartar ninguna posibilidad a esta altura de los acontecimientos.
Pauluk fue ultimado de cuatro balazos. Se sospecha que al menos dos personas habrían intervenido en la autoría material del hecho.
Es que el ingeniero estaba en el asiento delantero, del lado del acompañante, y los proyectiles calibre 38 ingresaron por la espalda, después de perforar el tapizado del respaldo.
La otra teoría
La familia de Javier Pauluk sostuvo siempre que su muerte no tuvo relación con una cuestión pasional, sino con las funciones que desempeñaba en la empresa informática que se encargaba del sistema de la Dirección General de Rentas.
Esa hipótesis hacía alusión a que el ingeniero habría descubierto un entramado oscuro, un presunto manejo fraudulento por lo que decidieron silenciarlo para siempre.
No es la teoría con mayor solidez para la Justicia, o al menos no lo era, pero ahora todo es posible.
Los investigadores sostienen sobradas esperanzas en hallar datos reveladores en el informe telefónico, pero habrá que seguir esperando para saber qué pasará con el caso.
fuente:primeraedicionweb
Una toalla de mano cubría su rostro en ese momento y desde entonces un manto de misterio rodea las circunstancias de su asesinato.
A casi cinco años del homicidio, ahora trascendió que los investigadores habrían dado con el chip del celular que utilizaba la víctima y que, en un principio, se pensó desaparecido para siempre.
Es más, los pesquisas aguardan el informe de la empresa prestataria del servicio de telefonía celular, solicitado en octubre pasado aproximadamente, que usaba Pauluk con la firme esperanza de avanzar en la pesquisa.
El gran objetivo, en el que se cifran todas las esperanzas, es determinar las personas con las que el ingeniero en informática, de 35 años, se comunicó momentos antes de su muerte.
El informe podría aportar importantes revelaciones para la causa que está a cargo del juez Marcelo Cardozo, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que, al menos en un principio, esa línea de investigación no se apartaría de la que involucra a integrantes de la fuerza de seguridad provincial.
Hay que recordar que un oficial de policía estuvo detenido en su momento, porque se habría conectado con Pauluk la noche anterior a que lo encontraran sin vida.
Desde un comienzo, la Policía y los distintos jueces que pasaron por la causa coincidieron en que la principal teoría en torno al posible móvil del crimen era pasional.
Sin embargo, en virtud del estancamiento que sufrió la causa en los últimos tiempos, nadie puede descartar ninguna posibilidad a esta altura de los acontecimientos.
Pauluk fue ultimado de cuatro balazos. Se sospecha que al menos dos personas habrían intervenido en la autoría material del hecho.
Es que el ingeniero estaba en el asiento delantero, del lado del acompañante, y los proyectiles calibre 38 ingresaron por la espalda, después de perforar el tapizado del respaldo.
La otra teoría
La familia de Javier Pauluk sostuvo siempre que su muerte no tuvo relación con una cuestión pasional, sino con las funciones que desempeñaba en la empresa informática que se encargaba del sistema de la Dirección General de Rentas.
Esa hipótesis hacía alusión a que el ingeniero habría descubierto un entramado oscuro, un presunto manejo fraudulento por lo que decidieron silenciarlo para siempre.
No es la teoría con mayor solidez para la Justicia, o al menos no lo era, pero ahora todo es posible.
Los investigadores sostienen sobradas esperanzas en hallar datos reveladores en el informe telefónico, pero habrá que seguir esperando para saber qué pasará con el caso.
fuente:primeraedicionweb