Se desperto Boca


El xeneize, que contó con la vuelta de Juan Román Riquelme y el debut de Diego Perotti, derrotó al líder Estudiantes de La Plata con gol de Emmanuel Gigliotti. Fue ovacionado Carlos Bianchi
Boca Juniors, de local, con el apoyo de los hinchas a Carlos Bianchi y el regreso de Juan Román Riquelme, derrotó ayer por 1 a 0 a uno de los punteros, Estudiantes La Plata, por la cuarta fecha del torneo Final, que significó su primera victoria en el año y le trajo algo de alivio.
El delantero Emmanuel Gigliotti anotó el único gol, a los 41 minutos del primer tiempo, de cabeza, en el encuentro que fue controlado por Patricio Loustau.
En la previa, Boca llegaba en medio de una suerte de crisis deportiva que involucraba a su entrenador, Bianchi, porque acumulaba dos caídas seguidas (Belgrano y Atlético de Rafaela), más de 100 días sin ganar y además sufrió dos derrotas ante River en el verano.
El aliento a Bianchi, el DT más ganador en la historia del club, fue destacado y en ese contexto, Boca fue por un triunfo para calmar los ánimos.
El primer tiempo fue mediocre, con pocas situaciones de riesgo en los arcos, propiciado por el mal manejo del balón de ambos cuando intentaron arrimarse a la valla rival. Fernando Gago estuvo errático en Boca y Sebastián Verón tampoco pudo afinar su puntería en los pases en Estudiantes.
Las llegadas más peligrosas se produjeron a los 36 minutos, con un fuerte remate del juvenil Luciano Acosta en la puerta del área, tras un rebote que generó la aparición de Insúa por la franja izquierda. El arquero Gerónimo Rulli se estiró y con la punta de los dedos de la mano derecha desvió el disparo.
A los 39m., Mauricio Rosales conectó de cabeza la pelota, tras un centro al área de Ernesto Goñi y su remate pasó cerca del segundo palo de Agustín Orión.
El gol de Gigliotti llegó dos minutos después, mediante el córner que ejecutó Gago por sector derecho. El ex San Lorenzo y Colón de Santa Fe, de cabeza, abrió el marcador para el delirio del público xeneize, que encontró algo de tranquilidad.
En la segunda etapa, Boca salió con confianza a liquidar el pleito, con una versión mejorada de Gago y con Erbes más vertical, pero el arquero Rulli se erigió en figura en tres minutos ante los intentos de Erbes, Gago y el `Burrito` Martínez.
A diez minutos del final, Boca se quedó sin delanteros con el regreso del ídolo, Juan Román Riquelme, por Gigliotti, y apostó por el contraataque y la tenencia de la pelota por parte de su número 10 que contó con una situación de gol, a dos minutos del cierre.
Cuando finalizó el partido, Boca festejó la victoria tan postergada que sirvió para calmar las aguas.
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